
En la multinacional CEPSA, hasta ayer española, el año pasado prohibieron en sus oficinas de Madrid los belenes y hasta los arbolitos de Navidad o Misterios tamaño Lego que algunas secretarias ponían en su mesa junto al teléfono y la grapadora. El niño Jesús en el pesebre quedó prohibido por pequeño que fuera. Casualmente, este mismo verano, el Consejo de Administración de la empresa que se reunió el dos de Junio, nombró un nuevo Presidente: El Ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, Su Excelencia Suhail Al Mazrouei.
Bendita casualidad y un pequeño detalle mas que ilumina esa pulsión disfrazada de laicista que vivimos en esta España, camino de Eurabia, desde hace ya unos años. En estos días hará tres, por ejemplo, una concejal de IU de la ciudad de Ávila propuso oficialmente en la Comisión de Cultura del Ayuntamiento que durante las Navidades no hubiera Cabalgata de Reyes en la tarde del 5 de enero. Y hoy el Ayuntamiento de Madrid anuncia una Navidad de ocio en la que prima la «diversidad» y «multiculturalidad» pero se esconde a San José, la Virgen María, al Niño que está en la cuna, el buey, la mula y hasta la castañera con sus pastorcitos.
Para una parte de la población de izquierdas doña Oriana Fallaci, que es quién acuño el término de Eurabia, era simplemente una facha intransigente y por eso desprecian sus acertadas denuncias que no se atreven ni a leer ni reflexionar. Pero con la intransigencia doctrinal, tan de moda ahora en la que hasta el mismísimo presidente del Gobierno entona el no la guerra junto al coleta podemita, los españoles debemos fijar la atención en las pequeñas noticias sin repercusión mediática pero que afectan profundamente a sus protagonistas.
En estos días terribles, por ejemplo, se nos ha pasado prácticamente desapercibido que mientras el pleno del Ayuntamiento del pueblo malagueño Rincón de la Victoria decidía no instalar el Belén en la Casa Consistorial unos energúmenos destrozaban el Sagrario y varias Imágenes de una iglesia local en la que se encontraron, además, pintadas en árabe que hacían referencia a Alá.
Otra bendita, diversa y multicultural casualidad.