¿Ya han ganado Pablo Iglesias bolivariano y su mascota de la otrora IU, la moción de censura? ¿ O es una alucinación ?…
Linda Galmor presenta hoy en exclusiva la puesta al día de «La pasión del coletas bolivariano por el poder 3.0»

www.lapaseata.net
¿Ya han ganado Pablo Iglesias bolivariano y su mascota de la otrora IU, la moción de censura? ¿ O es una alucinación ?…
La segunda novela de Joseph Gelinek «El violín del diablo» descubre que su autor además de pianista, musicólogo y escritor tiene bien aprendido el auténtico oficio de los periodistas que saben contar historias, basadas en la realidad, bien documentadas. Un auténtico maestro al administrar los datos, las cifras, al ritmo de una trepidante acción y sin olvidar, y esto es lo importante, la belleza sentimental de la melodía, ese necesario peso de la historia capaz de engancharte desde el primer capítulo.
Unos historiadores fijan el exilio de los gibraltareños el día cuatro de Agosto de 1704. Otros el día 6. Lo cierto es que después de cuatro días de asedio y muerte, los españoles entregaron la ciudad el 6 de agosto de 1704 y marcharon al exilio. Eran unas cuatro mil personas los que vivían en Gribaltar, una población estable y próspera de unas 1.200 casas, en aquel verano del año 1704 cuando los ingleses atacaron la roca con veinte navíos de guerra y unos 3000 hombres bien armados.
Las últimas hazañas de periodistas cargándose a bocajarro el viejo oficio del que paradójicamente comen nos llegan desde Barcelona y las noticias deportivas. Así, la pregunta al tenista Rafael Nadal, tras introducir su fair play humano, de cómo, o por qué, es posible que sea aficionado del Real Madrid demuestra en el ser que la realizó nada más que vacua ideología y ningún interés por la herramienta esencial del periodismo: la entrevista. Y en esencia, el gesto representa la misma politizada metáfora bárbara que el cirujano realizaría al asesinar, con el bisturí, al paciente que a él se le ha confiado, por no pensar como él y considerarlo el enemigo a abatir.
Que sí, que sí.., que me importan un bledo sus proclamas.. Que en mis hombros, no recae la culpa de todos los males del mundo, ni de los desastres de esta humanidad.. Que ustedes, los poderosos intentan criminalizarnos a través de su sierva la prensa, para lavar su mala conciencia.