
Lope de Vega decía “Que si ha de dar un desengaño muerte, mejor es un engaño que da vida”.
No hay peor engaño que engañarse a uno mismo.. Es sólo una frase, pero ¡tan cierta! Creer ciegamente en algo que deseas con todo el alma, puede ser a veces una manera de consolarse engañosamente.
«Adiós venda, adiós ceguera, adiós deseo. ., no volváis a mis sueños»
Mientras mantienes una venda en los ojos para seguir soñando con algo que no ocurrirá, mantienes también la esperanza .., y eso como dice el refrán, es lo último que se pierde.. Pero es cuestión de tiempo, de hechos y de salud, que un día te veas obligado a dejarla caer, a descubrir tus ojos ante la obstinada realidad.
No, no va a ocurrir, ¡desengáñate!, no porque tú no lo quieras, sino porque no depende ya de ti, no está en tus manos Así es que hoy, después de mucho tiempo, me ciego ante la deslumbrante luz de la evidencia, y espero que mi deseo .. , vuele feliz. Adiós venda, adiós ceguera, adiós deseo. ., no volváis a mis sueños.