Luis del Pino 
No dejo de sorprenderme y reflexionar tras leer la noticia sobre el despido de Google de uno de sus empleados por cuestionar la ideología de género y vulnerar el código de conducta de la empresa. El ingeniero despedido había redactado un documento de diez páginas muy sensato sobre los errores y peligros de la ideología de género, Bajo el título «La cámara de resonancia ideológica de Google», donde afirmaba que la brecha que existe entre hombres y mujeres a nivel laboral no siempre se debe a la existencia de discriminación machista, sino que responde a diferencias psicológicas innatas entre ambos géneros.
«Google está despidiendo a alguien que denuncia falsedades científicas evidentes. Está en su derecho. Pero habla mal de la multinacional»
Aquí tienen ustede. el documento completo que escribió ese ingeniero. Léanlo y juzguen Vds. mismos: https://gizmodo.com/exclusive-heres-the-full-10-page-anti-diversity-screed-1797564320
En el documento, señala muy bien el carácter anticientífico de la ideología de género y la discriminación y censura ideológicas en la multinacional informática. Vayamos por partes. En primer lugar, la empresa tiene todo el derecho de despedir a ese ingeniero. Ellos sabrán qué tipo de empresa quieren. Si a Google le diera por defender la homeopatía y despedir a los que la cuestionen, allá ellos, oiga. Ellos sabrán. Pero, por supuesto, los demás también tenemos derecho a criticar lo que cualquier empresa haga. Y con esto voy al meollo del asunto: La ideología de género es UNA TEORÍA ANTICIENTÍFICA. Tan anticientífica como la homeopatía. Si no lo han visto, vean este documental noruego sobre la ideología de género. Es muy claro e ilustrativo:
Por tanto, Google está despidiendo a alguien que denuncia falsedades científicas evidentes. Está en su derecho. Pero habla mal de la multinacional. Pero para mi, lo más preocupante del documento circulado por el ingeniero es la denuncia de que en Google existe discriminación ideológica. Discriminación que, con el despido del ingeniero, Google se ha encargado de corroborar de la manera más clamorosa. Como digo, Google sabrá lo que hace. Pero mal futuro tiene una empresa tecnológica que adopta planteamientos anticientíficos. y que aleja, de ese modo, a personas brillantes por el solo hecho de negarse a comulgar con gilipolleces evidentes.
Lo último es que el ingeniero despedido ha demandado a Google. Apuesto a que Google pagará lo que sea por no llegar a juicio y si llega a juicio, nos vamos a reír un rato viendo a los grandes empresarios intentar demostrar que NO hay diferencias entre hombres y mujeres. ¡Qué gran serie de Netflix puede salir de aquí!
De acuerdo con Luis del Pino. La gente que tiene miedo a reconocer esto, es que temen las posturas fascistas. Pero esto es una estupidez, constatar una verdad física real, no implica tener que aplicar acciones fascistas. Es solo asumnir la realidad biológica, nada más.