Los populismos nos envenenan y nos manipulan, en beneficio de unos pocos que nos hacen creer que les importamos. Nada más lejos de la realidad
Los Populismos nos envenenan y manipulan en beneficio de unos pocos

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Los populismos nos envenenan y nos manipulan, en beneficio de unos pocos que nos hacen creer que les importamos. Nada más lejos de la realidad
“La periodista y su interlocutor se preguntaban por su infructuosa investigación sobre el origen de los capirotes de los penitentes” El Jueves Santo veía por …
Dos cientos ocho mil millones de euros. Ese chorro de millones es lo que vale el rescate de las autonomías, pesebre de corrupción política, en 5 años.
Entiendo que los políticos como profesionales, que deben ser, podrían haber previsto y ejecutado la eliminación de duplicidades autonómicas desde hace muchos años pero no se hizo ni se espera que se haga. Entre las medidas y programas que exponen o se exigen unos a otros no existe ni una que intente atajar esta ruina que será costeada por todos nosotros.
Cabe preguntarse… ¿porqué no se tomó ni parece que no se tomará medida alguna contra las autonomías?.., pues, porque lejos de ser un elemento de acercamiento de la administración al ciudadano son un pesebre de corrupción política y de clientelismo servil ante el que se arrodilla la justicia nombrada por los propios políticos a excepción de alguna toga heroica.
Además las autonomías emprendieron una carrera legislativa sin freno con la única consecuencia de socavar dos principios básicos de convivencia democrática y de sentido de estado como son la Libertad y la Igualdad de todos los ciudadanos creando artificiales barreras lingüísticas, económicas y de gestión.
Creo que es prácticamente imposible que nadie pueda mantener alguna sombra de duda sobre el hecho de que las autonomías son la peor herencia de la transición, nuestra ruina moral y económica, y el peor sistema posible de organización territorial.
El método de borrado seguro Gutmann es un algoritmo desarrollado por el profesor de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) Peter Gutmann y su colega Colin Plumb en 1996. Su funcionamiento consiste en escribir sobre los datos originales una serie de 35 diferentes patrones, de tal forma que sea extremadamente difícil (imposible, a efectos prácticos) recuperar el contenido original. Los patrones empleados suponen que el usuario desconoce la forma de codificación de su disco duro, por lo que incluye pautas específicas para tres clases distintas de discos, aunque si el usuario conoce la codificación particular, siempre puede establecerla manualmente.