
«Me produce vergüenza ajena escribirlo. Pudor y hastío, pero con todo mi corazón pido socorro»
Me produce vergüenza ajena escribirlo. Pudor y hastío, pero con todo mi corazón pido socorro. Los españoles hemos perdido nuestros derechos esenciales en Cataluña y, en realidad somos ya ciudadanos de segunda, despojados de la igualdad, la libertad… Abandonados a pesar que pagamos nuestros impuestos, nos agreden los supremacistas envalentonados y nos dejan abocados al enfrentamiento.
Unos nos insultan, nos atacan, señalan e insultan con el epíteto de malos catalanes y los otros consienten el agravio y la infamia. Nos provocan desde ambos lados y nos lanzan al vacío del enfrentamiento, las tortas y la muerte. ¿Qué pasa? ¿Qué sobra gente? ¿Y luego? ¿A comenzar de nuevo?