
“En esta orilla mediterránea vamos mal de entendederas y equivocamos los conceptos de la mentira y la verdad y así, nos dirigimos al enfrentamiento“
En esta orilla mediterránea vamos mal de entendederas y equivocamos los conceptos de la mentira y la verdad y así, nos dirigimos al enfrentamiento. Los independentistas me llaman facha, pero no exijo a nadie que hable en español, ni me hago el pesado a todas horas, ni sanciono porque escriban en catalán, ni miento y mucho menos adoctrino a niños, ni enfrento a nadie contra nadie, ni contamino a las masas induciéndolas con artimañas a la sedición, ni soy amigo de terroristas, ni del islam radical, ni tengo odio a Cataluña, y respeto la ley, la ley constitucional, y por supuesto, no la desafío o desacato… Pero yo soy el traidor.
A mi me da igual el tipo de Estado que exista, soy constitucionalista, pero lo que si me preocupa es el Estado de derecho, la calidad de vida como ciudadano, el empleo, la vivienda, la atención social y sanitaria, la justicia y, sobre todo, la terrible consecuencia que a mi familia, como a lo de todos mis vecinos, llegará con el enfrentamiento social al que nos han avocado los iluminados y sectarios golpistas catalanes.
Debemos mirar la realidad, la idea separatista puesta en práctica es contraria a la ley, sectaria discriminatoria, lo que denomino xenofobia hispánica, totalitaria, anticonstitucional, antidemocrática, y una mentira enorme. Es lo que hay: Malos vientos para la paz.