El amor, los dramas de ficción y los culebrones importados. Por Silvia Gutiérrez Oria

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«No me gustan los culebrones.. Los tiempos cambian, las mujeres y los hombres, conservando sus diferencias, son iguales ante la ley, la moral y la costumbre»

No me gustan los culebrones.. Los tiempos cambian, las mujeres y los hombres, conservando sus diferencias, son iguales ante la ley, la moral y la costumbre… Yo creo en la dignidad del ser humano, en la libertad y en la maravillosa conjunción que hacen de un hombre y una mujer una simbiosis casi perfecta. Pero hay algo que me preocupa, y es que, aunque hay tradiciones que se han eliminado a pesar de ser poco dañinas y muy satisfactorias, como la caballerosidad del hombre y la sensualidad y delicadeza de la mujer.., siguen conservándose otras que me parecen trasnochadas, incluso parecen ir creciendo entre nosotros… Las voy a llamar machistas, aunque a mí me parecen más bien tradiciones ancestrales dignas de culebrón latino americano..
 

 «Me gustan las series que te mantienen vivo, sentimentalmente y físicamente, con un diálogo interesante, con emociones compartidas, con acción»

Veo cada día como hay mujeres que les encanta que “su hombre” sea celoso, las controle, desconfíe, y las menosprecie considerándolo una acto de amor.. Un macho acomplejado que se hace “valer”. Pero también veo como hombres hechos y derechos se dejan manipular convertidos en ovejitas adiestradas a manos de “su loba”.., una mujer que normalmente vale poco y les hace creer que ellos aún valen menos Me maravilla el ser humano y su simpleza en estos temas, no puedo negarlo. Nuestra generación ha tenido la suerte de cambiar el mundo, también el cercano.., y pienso firmemente que no lo hemos hecho nada bien. Hay que creer en el amor con mayúsculas, en la pasión, en la visceralidad controlada, en la seducción, en el sexo con amor, en el trabajo diario de la conquista y en la pareja como estado ideal. Pero además de creer, hay que aprender y sobre todo, ejercerlo.

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La violencia, los dramas, los culebrones y su importación
 

«No me gustan los culebrones rocambolescos, ni los cuentos con perdices, ni las películas empalagosas»

Sigo pensando que ese “estado de dos” es de libertad y de amor profundo, sin chantajes, sin complejos, ni medición de fuerzas.., sin conveniencias o necesidades egoístas.. La única obligación: sentirse libre de estar juntos, vivos , y formar buen “equipo”.. Cuando amas a alguien, sólo deseas su felicidad, sin olvidarte de ti mismo claro, es una balanza que hay que mantener equilibrada a base de pequeños pasos sin que se incline demasiado hacia un solo lado. No, no me gustan los culebrones rocambolescos, ni los cuentos con perdices, ni las películas empalagosas… Me gustan las series que te mantienen vivo, sentimentalmente y físicamente, con un diálogo interesante, con emociones compartidas, con acción.., y, hasta con un poco de desenfreno.. Esas series que no te aburren ni acaban con tus nervios, de las que disfrutes cada minuto, sin finales, sin caducidad.
 

Silvia Gutiérrez Oria

Profesionalmente.., arquitecto de interiores, de pasión creativa , licenciada en sentimientos y emociones. Observadora compulsiva del ser humano, sarcástica de vez en cuando, tímida pero resuelta, y muy intensa.
Disidente de la igualdad, ni con el hombre ni con nadie, somos únicos e irrepetibles. Reivindico mi lado más femenino, el más sensual y creo en el derecho a ser frágil, pasional y romántica con la osadía de un gladiador
Mi vocación principal es ser mujer, una mujer en búsqueda activa de sí misma y de los valores que de verdad importan. "Soy la mujer que piensa..Algún día mis ojos encenderán luciérnagas" (Gioconda Belli)

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