Los colores de la piel y los daltónicos intelectuales. Por Rodolfo Arévalo

Los colores de la piel y los daltónicos intelectuales: Bruguera "Razas humanas"
Los colores de la piel y los daltónicos intelectuales: Bruguera «Razas humanas»

«Estar todo el día rumiando consignas y persiguiendo el escondite de los racistas, que a la luz de lo que se oye, deben ser millones y donde se esconden, debe ser agotador»

Los “cocos” de los blancos tontos, tienen poco o nada en que pensar. También el de los amarillos, los cobrizos o los negros. ¡¿Ah que he insultado a todos estos?! No en absoluto, solo digo lo que son, tal como se conoce desde hace mucho tiempo. Estar todo el día rumiando consignas y persiguiendo el escondite de los racistas, que a la luz de lo que se oye, deben ser millones y donde se esconden, debe ser agotador para las mentes débiles, como las que se gastan en este mundo de la nueva normalidad o del nuevo orden internacional.

Mirado desde el punto de vista de un luchador incansable por la libertad como Desmond Tutú, o por cualquier activista negro norteamericano, tal como Martin Luther King, que eran negros, a mucha honra, muy inteligentes y orgullosos de serlo; por eso no les hacían caso a los descoloridos, como nos llaman en África a los blancos.

Los nativos de África, de manera despectiva y entre ellos mismos se desprecian muchas veces, aunque sean otros negros, de otras tribus, o grupos étnicos. Quizás no se han parado a pensar que todos tienen la misma piel, porque los racistas siempre son los otros. Eso sí, entre las tribus se odian a muerte en muchos casos. Y es que algunos confunden color, con lo realmente importante, pertenecer a una sub raza humana, pero salidas todas del mismo tronco genético, aunque en distintos estadios de socialización.

«Hay negros muy inteligentes y blancos que también lo son y por supuesto orientales también. Por otra parte hay negros imbéciles así como blancos y asiáticos también»

Hay negros muy inteligentes y blancos que también lo son y por supuesto orientales también. Por otra parte hay negros imbéciles así como blancos y asiáticos también, ¿qué quieren? Somos humanos y tiene que haber de todo. No todos los humanos de cualquier color son genios, ni tampoco tontos, pero sí hay un número creciente de gilipollas bobos de babas de todas las sub razas humanas que están proliferando por doquier, por lo que mi teoría es que o están manipulados por intereses, que nada tienen que ver con los humanos y la diversidad de razas, o un terrible virus de la tontería imbécil ha atacado a parte de los primates y estamos condenados tarde o temprano a que hagan con nuestros caletres de blancos, negros, amarillos, rojizos y verdes, si encontramos algún marciano, que todo se andará, por Dios o por el Diablo, manteca pastosa de cacahuete… multicolor. ¡Cuánto bobo de baba suelto insisto!

«Desde luego algunos deben hacérselo mirar. Lo de los colores, porque parecen daltónicos intelectuales. Y eso es lo realmente preocupante, el aumento de las psicopatías sobre todo las esquizofrenias y paranoias»

Como si todos los problemas fueran problemas de piel. ¿Es que estamos hablando de la actualidad o de finales de XIX o principios del XX? Desde luego algunos deben hacérselo mirar. Lo de los colores, porque parecen daltónicos intelectuales. Y eso es lo realmente preocupante, el aumento de las psicopatías sobre todo las esquizofrenias y paranoias. Es digno de que algún neurólogo o psiquiatra se pongan a estudiarlo, para ver si obedece a causas conocidas o son enfermedades de nueva incorporación. A mí los conguitos siempre me han gustado, los blancos, los negros que de los dos tipos hay, incluso los medios o mestizos, mezclados con leche, así como con otra denominación de todos los colores, Lacasitos, hagamos publicidad de todos por igual.

Hay una cosa que me hacía muy feliz en mi infancia y era escuchar el programa de «Los Formidables» que patrocinaba la marca Cola Cao, no la Colau de Cataluña, todavía no había nacido, pues ella lo hubiera considerado despreciativo, con algunas personas de la sociedad, por suerte para muchos nacidos en ese momento. Yo siempre cantaba la canción, cogiendo algo redondo, que pensaba en mi imaginación sería una fruta de cacao y lo llevaba durante un rato sintiéndome un «negrito» del África tropical, que cultivando cantaba la canción del cola cao; y orgulloso que estaba de serlo, nunca me dio por sentir ningún tipo de desprecio al oír la canción y creerme parte de aquel conglomerado de los hoy denominados absurdamente hombres de color. Yo era negro en aquel momento y me sentía negro, muy orgulloso de serlo y de cultivar Cacao para hacer Cola Cao, claro que eso no debe gustar a los vagos que campan a sus anchas y a espuertas diciendo y pensando tonterías. Será que no tienen fuerzas para gastar en otro tipo de reflexiones, trabajos o cualquier cosa productiva, incluso un trabajo honrado como es recolectar los frutos de cacao para hacer los Conguitos, el chocolate con leche, el negro de varias proporciones y el Cola Cao que es desayuno y merienda incluso de algunos niños negritos de lo más majos.

«Ni niños blancos, ni negros, ni de cualquier tipo han conseguido llegar al nivel de estupidez que detentan los adultos, ni por supuesto están dispuestos a hacer el ridículo frente a otros niños como lo hacen sus mayores»

Pero claro, es que son niños todavía, ni niños blancos, ni negros, ni de cualquier tipo han conseguido llegar al nivel de estupidez que detentan los adultos, ni por supuesto están dispuestos a hacer el ridículo frente a otros niños como lo hacen sus mayores frente a otros individuos de mentes más amplias y decentes. Las cosas, hay que ponerlas en su lugar y tiempo. Dudo que nadie trate de denostar a individuos de cualquier raza con un anuncio o con un nombre, y si lo hace ya sabe que caerá en la clasificación de ser nauseabundo e inhumano, porque lo merece. Hay grupos así, sí pero por supuesto no son la generalidad de los seres humanos. Hasta aquí se puede opinar y sentir, lo malo es cuando se entra al trapo de los listillos que quieren manejar las palabras y sus significados a su antojo.

Cambiar de hecho el sentido de esas palabras con la consiguiente mala baba de cambiar por repetidas su significado. Eso es lo que no se puede permitir. Decir negro no esta mal, de hecho yo tengo una amiga que dice: “soy negra puedes llamarme negra”, “no te voy a reprochar nada porque nada malo hay en las palabras”, y sí efectivamente es así, solo lo hay en la intención de las palabras. Pero quizás ahí radique el quid del problema. Al parecer como decía al principio un virus o una degeneración del cerebro humano está produciendo seres sin ningún cociente intelectual por encima de los ochenta, analfabetos funcionales, que en todo caso no comprenden la diferencia en decir blanquito, negrito, o puto blanco asqueroso.

Seguro que alguno aún no se ha enterado de lo que estoy hablando y es que para poder opinar y entender hay que tener dos dedos de frente, como mínimo. Por todo lo expuesto, los “cocos” de los blancos tontos, tienen poco o nada en que pensar, así como tampoco el de los amarillos, los cobrizos o los negros. ¡¿Ah que he insultado a todos estos?! Pues tómense unos Conguitos para relajarse, el chocolate amansa el espíritu. ¡Que panda! Y nos lo queríamos perder. De psiquiátrico para arriba.

Rodolfo Arévalo

Nací en Marsella ( Francia ) en 1954. Viví en diversos países debido a los destinos que tuvo mi padre ( diplomático ). Estudié en colegios franceses hasta la edad de 12 años. Estudié bachillerato y COU en el colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid. Estudié música en el Real conservatorio de música de Madrid, formé parte y pertenecí a varios grupos musicales entre ellos “ Los Lobos “. Creé varios grupos musicales de Pop Rock. Toco el bajo y compongo canciones, música y letra. Estudié Fotografía general y publicitaria, diplomatura (dos años) de cinematografía e Imagen y sonido equivalente a Técnico Superior de Imagen y Sonido. Soy socio Numerario de la SGAE desde el 1978. Pertenezco a la Academia de Televisión. Soy un gran lector de libros de ensayo, divulgación y de vez en cuando novela. En el año 1985 Ingresé por concurso oposición a TVE. Fui ayudante de realización y realizador. En el año 2009 me pre jubilaron muy a mi pesar. En la actualidad estudio programas de tratamiento de imagen. He escrito varios guiones de cortometraje y realizado el que se llamó “ Incomunicado “, tengo otros en proyecto. Soy muy crítico conmigo mismo y con lo que me rodea. Soy autor de las novelas “El Bosque de Euxido” y "Esclavo Siglo XXI publicadas en Ediciones Atlantis. También me gusta escribir prosa poética. Me he propuesto seguir escribiendo novela.

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