
¡BUENOS DÍAS!
El sol, el cielo azul y la temperatura moderada que la naturaleza nos regala hoy nos hace evocar los deseados días de verano a que te conduce esta pintura de Edward Hopper, titulada «La pata larga» (1935), una de las más hermosas y brillantes marinas.
El faro aislado -uno de los temas recurrentes en la pintura del artista estadounidense- nos acerca al concepto de la soledad.
La vela del pequeño barco transmite una sensación de abandono libre.
El casco del velero parece demasiado inclinado y podría dar la idea de que no hay ningún barquero, lo que arroja dudas acerca de la intención del pintor de que cada elemento tenga, como siempre, una vida propia, sin ninguna intervención humana.
Para apreciar aún más el cuadro, recomiendo leer «Cape Cod», de Henry David Thoreau, o para el que pueda, dar un paseo al borde del mar, que hoy el día invita.