Orinar sobre la Constitución, todos nosotros, y decir que llueve. Por José Crespo

«Esta gente nos mea y nos quiere hacer creer que llueve, incluso que nos ofrece una fragancia que perfuma nuestra democracia»
El ministro Campos se justifica diciendo que protege a las Instituciones y la marioneta Calvo vomita en relación con la ausencia del Rey en Barcelona ordenada por el gobierno comunista: «Hay decisiones que están muy bien tomadas»… ¿Por qué? ¿Por quién? ¿Para qué?, creo que son preguntas de clara respuesta y ante las que la oposición solo contesta que recurrirá las decisiones sobre indultos a golpistas y terroristas, en vez de explicar lo que está ocurriendo y salir a la calle a la que solo sale la izquierda cuando hay un perro muerto por Évola pero no por más de 800 millones robados en Andalucía con la complicidad de los sindicatos, más de 50.000 muertos por el coronavirus y por la instalación del gobierno en la mentira, el miedo y la manipulación.
Creo que España no se merece esta derecha impregnada de ‘sorayismo’ y cobardía abanderada de términos como mesura o moderación mientras la izquierda con tono suave se apropia de las voces democracia o constitucionalismo cuando en realidad vamos de cabeza hacia una dictadura bolivariana en la que cuando se califique lo que sea como franquista o fascista tendrá sus días contados.
En nuestra Constitución hay cosas muy difusas que llevan a posibles interpretaciones pero el 117 es muy clarito y cristalino: 《Artículo 117 de la Constitución Española. La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley》.
No digamos ya el artículo 8: 《Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional》.
Esta gente nos mea y nos quiere hacer creer que llueve, incluso que nos ofrece una fragancia que perfuma nuestra democracia.