The Undoing, una excelente serie que no gusta a la señora azul. Por Rafael Gómez de Marcos

The Undoing
Grace y Jonathan Fraser (Kidman y Hugh Grant) en The Undoing

«Esta es la tesis subyacente en The Undoing, que más me ha gustado, el dinero te compra la posibilidad de que te vayas de rositas de cualquier acto terrible que cometas»

The Undoing es una serie que nos cuenta una historia más simple de lo normal, pero que caes en sus redes irremediablemente, que ha sido capaz de atraer en su último episodio a más de tres millones de espectadores provenientes de todas las plataformas, que en los últimos años es la segunda audiencia más grande de una serie de HBO, superando los 1,9 millones que consiguió el final de Big Little Lies en 2019. Además, superando a otras exitosas series como Euphoria, Succession y Westworld, que solo Game of Thrones, y el final de la primera temporada de True Detective en 2014, tuvieron audiencias algo mayores.
Está claro que una serie con estos resultados, no puede ser tan mala como la ponen estos señores y señoras azules. Me atrevería a pronosticar, que todos los que vimos el primer capítulo, nos hemos tragado los cinco restantes. Una serie adictiva y tramposa, que nos ha tenido pendientes semana a semana, a su loca trama llena de giros facilones pero tremendamente efectivos.
Siempre he hablado que el abuso de los Primeros Planos es quitarles su verdadera alma, pero en The Undoing su directora Susanne Bier, roza ese límite sin llegar a traspasarlo, lo que permite que observemos la evolución interna del personaje de Grace (Nicole Kidman) al presenciar el cumulo de emociones al que debe de hacer frente.
Nadie como la Kidman sabe interiorizar a sus personajes economizando los recursos expresivos, Susanne Bier lo sabe y lo aprovecha, que bien ha evolucionado esta directora danesa desde sus tiempos de Dogma 95, ahora si sabe rodar y dirigir, y creo que se ha convertido en la mejor directora actual.
Los que critican el final de la serie, estoy convencido de que no lo han entendido, es la resolución a una lucha psicológica latente entre los personajes, la victoria de la víctima. A ninguno de estos gurús, les he leído mencionar la fantástica interpretación de Noma Dumezweni, una actriz teatral británica ganadora de dos Premios Laurence Olivier, considerado como el más prestigioso premio en el teatro británico, en su papel de Haley Fitzgerald, la abogada de los ricos.
Esta es la tesis subyacente en The Undoing, que más me ha gustado, el dinero te compra la posibilidad de que te vayas de rositas de cualquier acto terrible que cometas. Es la perversión del sistema judicial estadounidense (bueno también nosotros lo estamos copiando) en el que lo que importa no es que se haga justicia, sino ganar. A pocos de estos gurús les he leído citar la excelente fotografía de Anthony Dod-Mantle ¡qué forma de retratar Manhattan!
The Undoing no buscaba el debate, su objetivo era entretenernos, que nos comiéramos las uñas, que esperáramos ansiosos la próxima entrega. Y esto lo ha conseguido. Si además hemos disfrutado de grandes interpretaciones, de una excelente fotografía y de una cuidadísima dirección en la que no sobra ni una secuencia o ningún plano (quizás falte alguno, sobre todo en el último capítulo) no nos hagamos trampas como espectadores convirtiéndonos en sibaritas señoras o señores azules, cuando la verdad es que de vez en cuando disfrutamos en secreto de series como The Undoing, que nos plantea que a veces la respuesta más lógica es la más acertada, que utiliza el recurso narrativo de conocer en el primer capítulo a la víctima y que la clave del misterio, sea descubrir al asesino, ya le funciono a David E. Kelley en Big Little Lies y le ha vuelto a funcionar ahora.
The Undoing en su primer visionado es una buena serie, en un segundo es una serie excelente. No hagan, por tanto, caso queridos lectores de tanto o tanta señora azul que nos cantaron Cánovas, Adolfo, Rodrigo y Guzmán :
Señora azul, que sin contemplación,
Desde la cima de tu dignidad,
Vas a imponer tu terca voluntad,
Y con tu opinión medir nuestro criterio,
Señora azul, que ciega la razón,
Dejas sentir tu olímpico desdén,
Es sugestión tu alarde de saber,
Tu realidad es sólo confusión

«Grace y Jonathan Fraser (Kidman y Hugh Grant) viven las vidas que siempre soñaron. Pero de un día para otro se abre un abismo en sus vidas: una muerte violenta desencadena una serie de terribles revelaciones»

Rafael Gómez de Marcos

Enamorado de la vida, reivindico mi infancia, mi verdadera patria, tres pilares, El Capitán Trueno, The Beatles y Joan Manuel Serrat, me fascina la ópera, me encanta bailar bachata y considero que decir cine americano es una redundancia. TVE no vio en mí ningún talento tras más de treinta años de servicios, Talento que me concedió la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión en reconocimiento a mi trayectoria profesional. Nunca he estado afiliado a ningún sindicato y jamás he militado en ningún partido. Mi cita de bandera es una frase de José Ortega y Gasset: "Ser de la izquierda es, como ser la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral".

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