
«Bea está muy contenta. Bueno dice que el pequeño la está haciendo dumping ¿No sé donde habrá oído esa expresión?»
Hola buenas, recuerdan a Bea, si hombre la hija de Rosa; la misma que me hace la señal del pajarito en el paso de cebra cuando me enrollo demasiado con don Eduardo, el guarda del garaje y mí analista político de cabecera…
Bueno, pues ha tenido un hermanito al que han puesto Darío, cómo el Rey Persa, esperemos que no nos salga tan sibilino como el histórico, bueno, y cómo otros tan en el “candelabro” estos días, que menudo lío tan chusco se ha liado.
-Javi, ¡Qué tal amigo ya me ha contado tu vecino Avelino que me lo encontré la otra tarde comprando fruta donde Mohamed!
-¡Siiiii! Todo bien afortunadamente…
-¿Rosa, bien imagino?
-Como una reina, vamos que no se ha enterado de nada.
-Ya, las suele pasar. A las reinas digo ¿Y ese peque?
-Muy bien, Darío le hemos puesto y todo bien la verdad.
-Darío, como el rey persa.
-Mmm. ¿Eh?
-Nada, déjalo ¿Y que dice Bea?
-Nada, está muy contenta. Bueno dice que el pequeño la está haciendo dumping ¿No sé donde habrá oído esa expresión?
-Vete a saber, los niños que las cazan al vuelo. Bueno pues lo dicho, enhorabuena y da un beso a Rosa de mi parte.
-Gracias hasta mejor ver.
Otro más que viene a sufrir a este mundo cruel. Futuro pagador de las pensiones de Mohamed y su primo Emilio, si es que sigue por aquí…
¡Vamos!
16 de diciembre, Santa Adela.