
«Me llama la atención que tanto Bill Gates como otros poderosos empresarios se estén haciendo con gran cantidad de tierras de cultivo, forestales y pastizales»
Esta semana, leyendo noticias varias, me encontré con una muy llamativa que captó mi atención, Una máquina capaz de transformar heces en agua, desarrollada gracias a la financiación de Bill Gates. La bomba.
Apenas he podido encontrar información sobre este interesante aparato, unas cuantas noticias y reseñas, nada más. Se trata de un aparato denominado Janicki Omniprocessor, que recicla aguas residuales y las potabiliza para su consumo directo. Un proyecto iniciado hace ocho años en la búsqueda de producción eléctrica a partir de lodos de depuradora.
Parece ser que puede producir unos 86.000 litros de agua a partir de las aguas residuales de una población de 100.000 personas. Durante este proceso quema los residuos secos generando, a su vez, 250 kW de energía eléctrica.
En España y países industrializados, las aguas residuales se depuran en las Estaciones de aguas residuales, EDAR, que son unas complejas y costosas instalaciones que regeneran las aguas sucias antes de verterlas a los ríos.
En muchos países subdesarrollados o en vías de desarrollo, las aguas residuales se vierten directamente a los cursos de aguas o se depositan en los llamados pozos ciegos, ocasionando muchas veces la contaminación de manantiales de los que se abastece la población. Aquí, en nuestro país, se siguen utilizando los pozos ciegos en zonas rurales y en urbanizaciones sin red de canalización.
Esta máquina puede suponer una verdadera revolución en la gestión y tratamiento de las aguas residuales y permitiría el abastecimiento en condiciones de salubridad.
Es un tipo curioso Bill Gates. A mí me cae mal. Cierto es que noticias como ésta son algo grande, pero por alguna razón desconocida este caballero no me da ninguna confianza. Tal vez se deba a sus apocalípticas manifestaciones sobre el Cambio Climático, o a su interés en que modifiquemos nuestro hábitos de consumo y nuestras producciones agropecuarias, no lo sé. El caso es que me llama la atención que tanto él como otros poderosos empresarios que continuamente abogan por la reducción del consumo de carne, de la propiedad privada, y hasta de la población, se estén haciendo con gran cantidad de tierras de cultivo, forestales y pastizales.
El señor Gates es propietario, a través de alguna de sus empresas, de 108.000 hectáreas de cultivo en 19 estados de los Estados Unidos. Tal vez tenga más terrenos en otros países, no lo sé, pero no me sorprendería.
En esas tierras cultiva entre otros, maíz, arroz, soja, algodón, trigo, caña de azúcar. En sistema de producción sostenible. Este tipo de agricultura se basa en cultivar respetando el medio ambiente.
Para que se hagan una idea del volumen que supone esa extensión de cultivos, en España, la producción de trigo oscila, según características y condiciones, de 2.000 kg a 11.000 kg por hectárea.
Bill Gates también está involucrado en proyectos de investigación agropecuarios, como en el desarrollo de una raza de vaca lechera superproductora en condiciones ambientales extremas.
Otros multimillonarios también están invirtiendo en la compra de tierras. Ted Turner posee 809.000 hectáreas de terrenos pastables y de cultivo. Jeff Bezos, 170.000 has.
En 2019 la FAO, hizo públicas unas recomendaciones sobre la necesidad de reducir la producción y el consumo de carne. Recomendaciones basadas en los supuestos efectos del Cambio Climático y de la sostenibilidad del planeta. A partir de ese momento han sido muchas las voces que reclaman el consumo de vegetales frente al de carne y pescado. Curiosamente en este asunto colaboran tanto grupos animalistas como empresariales, vegetarianos, veganos, y por supuesto, muchos gobiernos de todo signo. Un interesante popurrí de intereses muy dispares.
El Cambio Climático es evidente, es una realidad palpable, pero los factores que lo originan y/o propician no lo son.
Tal vez estos multimillonarios sean filántropos agradecidos por su suerte que sueñan con un mundo mejor. Tal vez les importen realmente las condiciones de vida de la gente y sus formas de sustento. O tal vez todo se reduzca a una forma de negocio más. Supongo que con el tiempo saldremos de dudas.