
«Es muy difícil volver a creer en las virtudes de los norteamericanos. Una vez mas, han huido con vergüenza y cobardía de un país asolado por la barbarie»
En primer lugar, un saludo afectuoso a todos mis amigos lectores que desde hace años siguen con cariño mis artículos en La Paseata. Ha pasado mas de un mes desde que deje de escribir para buscar un poco de distancia con los acontecimientos. Retomo la rutina para hablar, en primer lugar, del rechazo y tristeza que me da la humillante salida de Afganistán.
Una huida sin paliativos que deja al mundo libre a los pies de los caballos. Se trata de una retirada humillante y bochornosa. EEUU, ya había demostrado con creces su desvergüenza en otros lugares del mundo, donde peleó utilizando todo su arsenal militar, pero que, a la larga, todo quedaba en una humillante huida con el rabo entre las piernas. Y lo malo es que su cobardía ha arrastrado a muchos aliados, entre ellos, España, que siempre ha actuado con dignidad en este deprimido país.
De las Fuerzas Armadas españolas solo se puede decir que han actuado con decencia, valentía y honor. Que 70.000 hombres mal alimentados y peor armados hayan conseguido expulsar a todos los países mas desarrollados del mundo, es una prueba de la desvergüenza de la coalición, en especial del país líder. Supongo que su gran jefe Biden, no estará muy orgulloso. La decepción ha sido total. Es muy difícil volver a creer en las virtudes de los norteamericanos. Una vez mas, han huido con vergüenza y cobardía de un país asolado por la barbarie, dejando a millones de nativos colgados de la brocha y en manos de un grupo de fanáticos criminales. Una bochorno total. Mi decepción hacia Estados Unidos es enorme. Para que cambie de opinión, tendrán que volver a demostrar dignidad, coraje, empatía y, sobre todo, responsabilidad.