
Ha dimitido el ministro Castells, ha dejado un gran hueco en la «política universitaria» pero ha tenido la delicadeza de esperar a cumplir dos años en el cargo para poder cobrar durante otros dos años.
Esa indemnización esta pensada para paliar la prohibición de que un alto cargo pueda colaborar con ninguna empresa o institución en la que haya intervenido por razón de su cargo.
Un obstáculo que no parece que vaya a impedir ninguna actividad al ex ministro ya que no se le conoce actividad ni por tanto relación con nada ni con nadie durante su brillante etapa al frente de ese ministerio…