Rafael Gómez de Marcos 
«Ojo señor Núñez Feijóo, la diferencia es que Adolfo Suárez era creíble, tenía prestigio, mientras que el crédito de Pedro Sánchez es cero»
En tiempo de máximos riesgos, con una población que le ha visto las orejas al lobo, asusta un bloque de gobierno con aliados imprevisibles de los que el Partido Socialista ya no puede prescindir para gobernar. Las afrentas que está sufriendo Unidas Podemos, dan aire a la tesis de que Sánchez continúa echando leña a la ruptura de la coalición, tesis a la que se apuntan las terminales mediáticas del PSOE y no cabe duda que intentarán crearnos la percepción de la necesidad de remodelación ministerial, para seguir estirando la Legislatura por la vía de buscar acuerdos de Estado con el PP.
Si Pedro Sánchez y sus terminales mediáticas, es decir Barroso, Contreras, Ferreras & Friends (sus franquicias) quieren hablar de un gran acuerdo o pacto de Estado en aras a superar las dificultades del presente, Sánchez tiene que reducir de inmediato la dimensión de su Gobierno suprimiendo ministerios cuya mera existencia es un insulto a la dignidad de los ciudadanos y a su bolsillo, además de embarcarse en un programa de recorte del gasto público improductivo, cuestión inevitable en cualquier circunstancia y a la que este Gobierno o el que le sucede deberá enfrentarse.
Ojo señor Núñez Feijóo, la diferencia es que Adolfo Suárez era creíble, tenía prestigio, mientras que el crédito de Pedro Sánchez es cero. La palabra de Sánchez cotiza menos que el rublo. Y no olvide que uno de los temores del PSOE radica en su llegada al liderazgo del PP, sabe que le avalan cuatro mayorías absolutas a su espalda, junto a la percepción que cobra fuerza en la ciudadanía, de su preparación y solvencia en sus primeros pasos al frente del partido.
Hay quien ve al Gabinete de Presidencia desbordado por los acontecimientos y ha entrado en pánico por el descontrol de la calle. En ese escenario Sánchez buscará el abrazo del oso y si no lo consigue, lo más probable es que adelantará las elecciones para hacerlas coincidir con las andaluzas. Señor Nuñez Feijóo caliente que sale.
