Vida en lo extremo. Por Antonio Ramírez

Vida en lo extremo

«El huérfano de Adam Johnson es un gran libro, sobre la vida en lo extremo, cuya vocación por méritos propios, es convertirse en un clásico»

Raramente la vida en los extremos; la vida en un país cerrado, ajeno a los mínimos parámetros de libertad y desarrollo al estar sometido a un régimen dictatorial, ha sido descrito con tanto realismo, sin menoscabo de lo ameno. «El huérfano» es la historia de la supervivencia de un hombre; de su historia de amor y un viaje a lo mejor y lo peor de su condición humana en el marco de Corea del Norte.

Es una obra atrevida, valiente y distópica  que alcanzó el Premio Pulitzer de la mano de su autor, el profesor universitario Adam Johnson. Reclutado a los catorce años por el ejército norcoreano, nuestro protagonista y su periplo nos vienen a narrar episodios impensables en la sociedad y desde los más atroces hasta los de más intensa sensibilidad.

En un mundo, hoy, sometido a la guerra e incertidumbre por la agresión de otro país, cuyo régimen oligárquico de un hombre y su corte intenta disfrazarse de razones de autodefensa y valores democráticos, este relato nos viene a recordar también cuanto de valioso tienen nuestra estructura de vida ocicidental y, sobre todo, democrática. Una vida que, aún que no es perfecta y está acechada de incertidumbre y retroceso, se mantiene al paso de los tiempos. Este es un gran libro cuya vocación, por méritos propios, es convertirse en un clásico.

Antonio Ramirez Velez

Indígena melillense con varias decenas de años a mis espaldas. Periodista de profesión y dedicación institucional desde hace muchos años en lla Ciudad Autónoma de Melilla, anterior Ayuntamiento, con una paso también en la Administración del Estado, Delegación del Gobierno. Responsable en diversas legislaturas de gabinetes de prensa y relaciones institucionales, comencé a entender, hace tiempo ya, que el poder es un mar de ambiciones y conjuras permanentes y por ello la verdad, cuando sobrevive, vale su precio en oro. Mi paso por medios de comunicación, tanto públicos, como privados, me enseñó de la gran asignatura pendiente que tienen, aún, generaciones de periodistas sobre la consideración de su profesión y la dignificación de la misma.

Lector aplicado, que intento ser, concibo a los libros como uno de los últimos reductos de la libertad de pensamiento, generadores de opinión y salvaguarda, por ello, de la voluntad. Lo único que no nos puede ser arrebatado (Víktor Frankl).

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