
«Mientras hablamos de sus gilipolleces y sus últimos ataques al tejido productivo, no lo hacemos de la sentencia de los EREs, de sus robos en Andalucía, del aumento del paro disfrazado por el gobierno y del IPC disparado al 11%. No caigamos en la trampa»
Siempre se ha llevado mucho,
entre los políticos españoles,
lo de tirar de ‘cortinas de humo’
para tapar escándalos y errores.
Este verano, por gracia y antojo de Su Sanchidad,
las ‘cortinas energéticas’ se llevan mucho más.
Empezó la cosa por quitarse, don Narciso, la corbata;
y ahora quiere, el tío, obligarnos a quitarnos, todos,
de refrescarnos a gusto mientras tomamos birra en lata.
¿A 27º o más, en restaurantes y bares? ¡Es de locos!
Y, el prenda, tirando de Falcon…
mientras nosotros tiramos de alpargata,
porque no nos da para más la cuenta del banco.
Y, en el crudo invierno, ¿tomaremos el cafelito o la tisana… con bufanda?
Lo peor: Los guiris que vienen del frío,
fritos de sol… y de este nuevo ‘régimen de calor’,
acabarán huyendo, achicharrados, de España:
-El sol que arde, vale; pero comer en saunas, ¡no!
Las ‘cortinas energéticas’ del ególatra
Sánchez, ¡menuda hazaña!
No sabe ya qué inventarse,
este trilero embaucador,
para que miremos su dedo índice…
en vez de su ‘Ejecutivo Abrasador’!