Intriga e historia eternas. Por Antonio Ramírez

Intriga e historia eternas.

«Donato Carrisi vuelve a conseguir que las tinieblas sean un lugar para el desasosiego, la intriga y la atracción y, sin dar tregua al lector»

Una bula papal del primer cuarto del siglo XVl nos traslada a la Roma eterna en una ida y regreso que se convierte en el apasionate relato de misterio que es «El maestro de las sombras«.

En 1521 el Papa León X, justo antes de morir, declara que «Roma no debe nunca, nunca, nunca quedarse a oscuras». En el año 2017, una dura tormenta cae sobre la ciudad y la somete a un apagón de 24 horas. Este maginifico thriller, ambientado en las calles y el esplendor de la que es una de las urbes mas bellas e históricas del planeta, es también, además de una obra inquietante y vibrante, un alarde descriptivo de un experto en criminología y amante de su tierra, Donato Carrisi, el autor.

Todas las obras de este escritor consagrado en el «noir» italiano hacen sentir con plenitud el paisaje y paisanaje con los que se desarrollan sus relatos. En esta ocasión, la oscuridad que deambula por toda la novela no impide el brillo de la tensión en la cadencia de los hechos, como siempre. Donato Carrisi vuelve a conseguir que las tinieblas sean un lugar para el desasosiego y la atracción y, sin dar tregua, mantiene el interés del lector desde el principio al fin de la entrega. La suya, su pluma, es negra y portentosa.

Antonio Ramirez Velez

Indígena melillense con varias decenas de años a mis espaldas. Periodista de profesión y dedicación institucional desde hace muchos años en lla Ciudad Autónoma de Melilla, anterior Ayuntamiento, con una paso también en la Administración del Estado, Delegación del Gobierno. Responsable en diversas legislaturas de gabinetes de prensa y relaciones institucionales, comencé a entender, hace tiempo ya, que el poder es un mar de ambiciones y conjuras permanentes y por ello la verdad, cuando sobrevive, vale su precio en oro. Mi paso por medios de comunicación, tanto públicos, como privados, me enseñó de la gran asignatura pendiente que tienen, aún, generaciones de periodistas sobre la consideración de su profesión y la dignificación de la misma.

Lector aplicado, que intento ser, concibo a los libros como uno de los últimos reductos de la libertad de pensamiento, generadores de opinión y salvaguarda, por ello, de la voluntad. Lo único que no nos puede ser arrebatado (Víktor Frankl).

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