Querido ramplón. De la saga “Sujétame el cubata” (3ª entrega). Por Francisco Gómez Valencia

Sujetame el cubata III (La saga)

«Tu tranquilo ya te llegará el momento de poder decir que comer fresas fuera de temporada es insolidario con la otra parte del mundo»

En política está todo inventado y nada es gratis”, aunque hoy te hablo a ti, querido representante público de perfil bajo, ramplón diría yo aunque respetable a todos los efectos por tus defectos.

¿Qué te buscas la vida en la oposición como político municipal? Saca fotos de cubos de basura antes de que los vacíen y échale la culpa al Alcalde. Que te encuentras en la acera dos adoquines levantados, haz una foto y échale la culpa al alcalde ¿Que se han secado algunos árboles que se plantaron el año pasado? Haz una foto y sin saber que son de los que no hay que regarlos y que seguramente lo que pasa es que no han agarrado bien por el tipo de tierra, o porque los jardineros eran novatos y han enterrado demasiado las raíces, o porque no ha llovido lo suficiente, da lo mismo: échale la culpa al alcalde.

¿Que por fin se va a cerrar un Centro Comercial que lleva arruinado décadas y no es más que un nido de infección o un foco de delincuencia? Da igual lo que se proponga: tú vas y pides centros de salud, bibliotecas, centros culturales, centros de día, más colegios, guarderías, parques, aparcamientos disuasorios y lo que haga falta porque como estás en la oposición, lo suyo es pedir inversiones en servicios sociales sin tener en cuenta si ni tan siquiera hacen falta. Y cuando te digan que lo que se va a construir es más vivienda incluida la tasa de protección oficial, es lo mismo; avisas a Manolo el de la asociación de vecinos, llamas a la tele y a quejarse de la saturación del CO2 de los coches, la falta de aparcamiento, la necesidad de más carriles bici y para patinetes, que si la especulación de siempre y por supuesto: pones a parir al alcalde.

¿Qué has estado mamándola un tiempecito y te ascienden al ámbito de la comunidad autónoma? Perfecto. Ahora siendo un soldado raso ya te llevas unos 70.000 “eurazos” sin necesidad de hacer nada salvo aplaudir y votar correctamente. ¡Ah que tú eres de esos que tienen iniciativa propia! Vale, pues búscate un par de emisoras locales cutres y te vas fogueando criticando al Gobierno autonómico sin dar datos, y aplaudes al central. De lo del partido en tu comunidad no te pringues que para eso ya está el secretario general puesto a dedo falsificando las primarias, pero ten cuidado: debes decir exactamente lo mismo que él pero con más énfasis y especialmente: no olvides “retuitear” todo lo que diga e incluso de vez en cuando, me lo pones en copia para decirle lo bien que lo hace. Aquí debes ser fuerte pues te van a acusar de “sacarle brillo al sable” pero no pasa nada, lo que tu opinas se olvida “en cero coma” porque eres insignificante, de hecho la mayoría de la gente salvo tu madre y cuatro golfos más incluido tu padre, no saben quién eres pero tú: a lo tuyo.

En este nivel lo tienes fácil. Insulta al presidente de la comunidad si es del PP y llámale asesino de ancianos. No hace falta que aportes información, eso sí: búscate a algún “abuelete” de los que no se pierden una reunión en tu sede y ponlo a decir que no los dan de comer en el centro de mayores. Eso es fundamental en 1º de manipulación puesto que lo de los niños está muy manoseado por Irene. Tampoco hace falta que te des por aludido porque el responsable fuera a ese que llamaban “el coletas rata”. Creo que fue el que dijo: “quieto todo el mundo, que aquí estoy yo para solucionarlo”, pero salió huyendo después cuando entró la UME por orden de Margarita Robles para solucionárselo porque olía a muerto y él decía que no había sido.

Ahora estás a tope con los descuentos del abono transporte dando folletos del PSOE en el Metro, o sacando pecho porque las cercanías de Renfe son gratis. Y cuando algún facha te diga que todo sale de sus impuestos, tú como si no existiera; te buscas a un inmigrante y mientras le saludas avisas a tu compi (la fea de los “sobacazos”…, si hombre la animalista, la del pelo morado), para que te saque una foto sin permiso del paria para subirla a las redes sociales, y así quedas de puta madre. Bueno, y si ya te vienes muy arriba: hasta puedes opinar del IRPF que ha bajado tu Gobierno aunque la semana pasada defendía lo contrario, pero no pasa nada dices que lo tuyo es progresista y lo de los fachas mentira porque son obreros pobres que defienden a los ricos y a las multinacionales, porque lo vuestro simplemente es mejor ya que son medidas fiscales quirúrgicas y no generalizadas como lo de bajar el IVA de la luz o el gas.

Que bello es vivir

En fin; quien estuviera en primera división como Yoli para humedecerse “el chirri” en la ría sin necesidad de abrir la bocaza salvo para la foto, presuntamente previo pago de 600.000€ al sindicato de clase que amorfa a las cuatro “marisKeiras”.

Tu tranquilo ya te llegará el momento de poder decir que “comer fresas fuera de temporada es insolidario con la otra parte del mundo”.

Francisco G. Valencia

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo ante mí mismo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan tratando de explicar de una forma fácil y pragmática porque suceden las cosas y como deberíamos cambiar, para frenar el desastre según lo aprendido históricamente gracias a la Ciencia Política... Aspirante a disidente profesional, incluso displicente y apático a veces ante la perfección demostrada por los demás. Ausente de empatía con la mala educación y la incultura mediática premeditada como forma de ejercer el poder, ante la cual práctico la pedagogía inductiva, en vez de el convencimiento deductivo para llegar al meollo del asunto, que es simple y llanamente hacer que no nos demos cuenta de nuestra absoluta idiotez, mientras que la aceptamos con resignación.

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