La precariedad no se mide por lo que se diga en un papel o por el tipo de contrato que se tenga en un momento dado de la vida laboral.
A vueltas con la precariedad. Por Francisco Gómez Valencia

www.lapaseata.net
La precariedad no se mide por lo que se diga en un papel o por el tipo de contrato que se tenga en un momento dado de la vida laboral.
El hecho de estar gobernados por un mentiroso curricular, falso doctor en economía, me lleva a pensar en esa actual fábula de la vaca y el burro.
Toda su estrategia se basa en conseguir que no pensemos y menos actuemos, que desaparezca de nosotros la conciencia crítica, quieren convertirnos en rumiantes
Moraleja de los cuentos verosímiles: Nunca des tu confianza a aquellas personas que, al poco tiempo, sacan su lado diabólico y engañan compulsivamente
El PSOE como organización criminal, con jefes capaces de todo a lo largo de los siglos con tal de perpetuarse en el poder.
El título, la portada del recientemente publicado libro al que el ilustre marqués de Galapagar dio por titular Verdades a la cara … Arreglao.
Buscan el fracaso económico, lo intentan como gato panza arriba, porque saben que en las sociedades libres es su baza para dominarnos.
La sacudida en la política nacional con la patada que Sánchez propinó en el trasero a Rajoy, trajo consigo que el PP se abriera en canal.
Los hijos de Pedro Sánchez son todos de buena familia con apellidos muy conocidos: Depresión, Desaliento, Desmoralización, Postración, Agobio y Desfallecimiento…
De Payasos, Canallas, Eduardo Madina y la campaña de demonización de Vox, un partido constitucionalista que defiende la unidad de España y al Rey.
¿A quién quieren engañar los marquesitos de Galapagar además de a los más tontos y cretinos del lugar?
Tenemos que revertir nuestro sino de ser ingenuos y no creernos las falsedades que han vertido contra nosotros hispanófobos e hispanobobos.
Sergio García se arrimó al partido de Iñigo Errejón, al final fue, pese a todo, candidato de Podemos a las autonómicas, aunque no sacó cacho.
Las mentiras y propaganda demuestran que en España, la libertad de prensa y opinión, si se es crítico, repercute seriamente a la salud.