Lucia Martinez A mis queridos amigos y consultores de seguridad del estado P.G y M.V.
«En el último trimestre del 2018 se anunció en los medios de comunicación de la izquierda con gran sensacionalismo, la detención de un francotirador»
Hay noticias que me producen tanta pena, indignación y desesperanza, que a pesar de mi deseo de narrárselas, las relego sine die en mi lista de temas sobre los que quiero escribir. Una de ellas, me vino de nuevo a la mente hace unos días, tras leer a D. Amando de Miguel en su artículo «Sobre si es lícito matar al tirano» y he decidido, a pesar de hallarme en una excedencia forzosa de la escritura por falta de tiempo y a pesar de ella, no conseguir dejar de documentar historias que tengo previsto publicar más adelante, no postergarla más.Recordarán que en el último trimestre del 2018 se anunció en los medios de comunicación de la izquierda con gran sensacionalismo, la detención de un «experto francotirador» que planeaba matar a Sánchez. Hijo del último alcalde franquista de Rubí, en Barcelona. Antes de oír los detalles y sabiendo del narcisismo del personaje, sonreí descreída ante el que adiviné que era uno más de los burdos y patéticos montajes a los que acostumbran. Pero resultó ser lamentablemente algo mucho peor. La exageración deliberada por parte de la mal llamada Justicia que sufrimos, de la ensoñación de un vigilante de seguridad, aficionado al atletismo y al tiro de precisión, que enardecido por los comentarios patrioticos de un chat y con el afán de impresionar a una chica, expresó en una bravata su deseo de matar a Pedro Sánchez. Razón por la cual, ha sido condenado recientemente, a pesar de no tener antecedentes, a casi 9 años de prisión. Y ha tenido suerte porque esa execrable Fiscalía progresista que ampara y libera a golpistas, narcos y violadores, pedía nada menos que 19 años.
Pero es que asimismo, como siempre me ocurre durante la fase de documentación de mis artículos, los pormenores que encuentro han terminado desvelando un factor adicional que hace la crónica más truculenta aún. La participación en todo ello de VOX, sin el cual esta infamia no hubiese ocurrido y de la cual se ufanan. Aparte de las previsibles irregularidades en el proceso judicial, que evidencian un afán espurio e inequívoco de condenarlo a toda costa, como son el hecho que se encargasen de la instrucción los mossos, cuando los casos que exceden de su competencia autonómica pasan al CNP o la GC, que la Audiencia Nacional se inhibiese en favor del Juzgado Numero 3 de Tarrasa por no considerarlo terrorismo para acabar condenándolo ella, que haya cumplido una cuestionable prisión preventiva cuyo plazo de reclusión se excedió, que alguna de las armas que se le incautaron ni siquiera funcione según el testimonio del perito forense que declaró en el juicio, que la cifra de las mismas no sobrepase apenas el número de 12 que es legal tener por cada licencia y un largo etc., se une la circunstancia que fue el propio VOX a pesar de saber de su inofensividad, quien lo denunció y se jactó de ello en todos los medios de comunicación llegándose a arrogar la hazaña de haber salvado la vida de Sánchez. Con la clara intención de quitarse el sambenito de ultraderechistas que les colgó la izquierda y entregando para ello a un infeliz como chivo expiatorio, que no ha dicho nada que no hayamos expresado todos en algún momento, incluidos cargos orgánicos suyos.
Sobre la delatora, responsable directa del infortunio de este pobre hombre, nada han declarado desde la formación política. Salvo que es Coordinadora de Vox en Tarrasa y que ruegan no se desvele su identidad por ser «testigo protegida«, en un indignante y burdo intento amarillista, al igual que el gobierno y los medios que tan despreciablemente han cebado el suceso para demonizar a M.M, de hacerle pasar por alguien de una peligrosidad extrema. Y todo ello, a pesar que cuantos le conocen a él y el caso y sus propios compañeros del Club de Tiro del Mollet del Vallés, quedaron perplejos tras su detención porque «aparte de disparar con balines de aire comprimido y no con munición real, su puntería era más bien ramplona» y no salen, a pesar del tiempo trascurrido, de su asombro.
Declaraba Lesmes, Presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ en el 2014, que la Ley de Enjuiciamiento Criminal estaba hecha para castigar solo al robagallinas. No se equivocaba, pero con unos jueces, fiscales y letrados y Gobiernos, más que con otros. Y con una presunta oposición mesiánica, gallarda y sin tapujos pero en realidad acomplejada también, cainita e inmoral.
Maravilloso artículo. VOX necesita de Pedro Sánchez para subsistir, y eso los dueños de VOX S.A. lo saben. Por ello lo cuidan, miman y pelotean en privado.
Gracias por su interés en el artículo. Sí, no parece haber ya formación política que no mire exclusivamente por sus intereses. Ojalá logremos entre todos divulgar la historia entre la opinión pública y los medios de comunicación para ayudar a Manuel Murillo en esta tremenda injusticia que se ha cometido con él.