Ónega en La Vanguardia. Por Guirong Fu

el maestro Ónega

«¿Quieres estar también ‘en nómina’? Sabes bien que no hace falta abrir cuenta bancaria: basta con que les confíes ‘la contraseña’ de tu cerebro»

Dice ‘el maestro Ónega’, cada día más senil, ‘bermellón’ y desnortado,

que lo de Vox de «defender la nación española»

no son sino «pomposas intenciones», al cabo,

y que, dicho partido, «el tipo de nación que quiere, ignora».

 

Permíteme, Fernandito: cualquier nación es mejor

que una que presida Pedro Sánchez, ese perfecto gilipollas.

Y cuando digo «que presida Sánchez», obviamente me refiero

a una nación en cuyo zarrapastroso gobierno colaboran

quienes, muy interesadamente, le lametean el trasero.

 

¿De verdad quieres, a tus años, estar también ‘en nómina’?

Tú sabes bien, ‘compañero’, que no hace falta abrir cuenta bancaria:

basta con que les confíes ‘la contraseña’ de tu cerebro

o decidas, cándidamente, dejar de plantearles ya batalla.

 

Créeme, ‘maestro’: hubo tiempo que te tuve en franco aprecio;

siquiera por eso, no soportaría que algún día me recordaras… a Enric Juliana:

te sigo otorgando bastante más categoría humana que a ese pendejo.

¿Se deberá a ello que me chirríe tanto veros a ambos en ‘La Vanguardia’?

guirong fu

Tengo 60 tacos; es decir, una linda juventud... prolongada.
Catalán y ESPAÑOL de Barcelona, en donde ahora vivo feliz,
pues, TENIENDO SALUD, no me falta de nada.
Guirong Fu, en Twitter, decidí hacerme llamar;
y todos saben que es Nietzsche quien puse en mi avatar.
No hay en mí afán de ocultamiento,
pero va con mi talante el anonimato.
De otra suerte, aunque les pusiera mi retrato,
no habrían de reconocerme ustedes un pimiento.
Den todos por bien seguro, sin embargo,
que, siempre que se trate de defender MI DIGNIDAD
y EL HONOR de quienes me honran con su amistad,
no habré de ocultar de mí ni un solo dato.
¿Mis intereses? Los mismos que siempre tuve:
El humanismo, la buena literatura y el ámbito entero de la psicología.
Y aunque en la política no siempre demasiado me entretuve,
los años me han llevado a querer tomarle la medida:
Me duele su arbitrariedad, su falta de sentido común, sus dislates.
Su ambición soez, su arrogancia, su desvergüenza, su hipocresía.
Me indigna que me deslumbre con sus lindos 'escaparates'
y que cuando entramos a 'comprar' no nos dé más que porquería.

Artículos recomendados

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: