Conversaciones en el andamio: Quirón Salud, ¿Dígame? Soy los Goya. Por Francisco Gómez Valencia

Conversaciones en el andamio. Quirón Salud, ¿Dígame? Soy los Goya.

En el bus, porque hoy voy para otro sitio y me pilla mejor que el Metro. Pero vamos que da lo mismo porque como es transporte público sigue siendo donde la gente habla de lo importante, como dice la Ministra Llop (ustedes me perdonen pero ayer la puse una “s” de más).

– Oye que sigo dándole vueltas a lo de los premios Goya del domingo pasado y es que yo ya no puedo más…

– ¿Y eso?

– Joer, mucho Sanidad Pública y eso pero de la salud y el bienestar de los invitados a la ceremonia se encargó la clínica privada Quirón.

– ¡Venga ya! ¿Qué “mestas” contando?

– Lo que te digo. ¡”Asin” con un par!

– Jojojojo. Que cuajo tienen más grande ¿O sea que es el servicio médico oficial de los Premios Goya?

– Ya te digo.

– ¡Que panda de desahogados!

– Además de verdad…

– Esta gentuza se tiene que ir a su casa pero ya.

– ¿Quién?

– Pues todos estos que estuvieron.

– Pero si también estuvieron los del PP aplaudiendo como focas las gracias de los mismos que se reían de ellos!

– …

– ¿Anda que has visto lo del Sánchez en casa de unos chavales tomando café y hablando de la subida del SMI?

– ¡Calla, calla, calla que casi me da un parraque pero mañana lo hablamos que me bajo aquí!

– ¡Vale, vale… hasta mañana!

– ¡Adiós!

Quirón Salud

Feliz día de San Claudio.

Españistan 15|02|23

Francisco G. Valencia

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo ante mí mismo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan tratando de explicar de una forma fácil y pragmática porque suceden las cosas y como deberíamos cambiar, para frenar el desastre según lo aprendido históricamente gracias a la Ciencia Política... Aspirante a disidente profesional, incluso displicente y apático a veces ante la perfección demostrada por los demás. Ausente de empatía con la mala educación y la incultura mediática premeditada como forma de ejercer el poder, ante la cual práctico la pedagogía inductiva, en vez de el convencimiento deductivo para llegar al meollo del asunto, que es simple y llanamente hacer que no nos demos cuenta de nuestra absoluta idiotez, mientras que la aceptamos con resignación.

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