Francisco G. Valencia 
«Me refiero a las tipas de sobacos poblados, pelos de colores y pechos pintarrajeados, que exaltadas tratan de ofendernos orinando públicamente»
Recién, ojeaba un artículo de esos que Clint Eastwood leía a escondidas (mientras espiaba desde su camioneta a su ex), en la película “El Sargento de hierro”. Artículos sobre mujeres tan necesarios desde su visión particular de la vida (tan criticada y denostada actualmente), para tratar de entender al llamado sexo opuesto. Sin duda para el veterano de Vietnam, la mejor solución para intentar reconquistar a su amada esposa era tirar de bibliografía chusca y cutre pues asistir a chochocharlas de autodeterminación para tíos, no procede ni de coña a riesgo de salir de ahí con novio.
La lectura de esas revistas femeninas era justo lo que necesitaba cuando la añoranza más corrosiva le comía el alma como la carcoma a la madera vieja, tan obsoleta como su carrera militar. Y realmente me quedo sorprendido pues revistas o panfletos supuestamente feministas cuyo objeto es empoderaros, la verdad es que más bien os denigran como seres humanos.
La revista/panfleto (adjunto foto), hablaba de la mujer del presidente del Gobierno. El artículo decía exactamente que “todo el mundo hablaba del look con el que Begoña Gómez ha causado furor en la semana de la moda de Madrid. Sencilla, elegante y con un estilismo a prueba de complicaciones, la mujer de Pedro Sánchez vuelve a deslumbrar con una propuesta sencillísima de copiar”.
Bueno: pues ustedes (mis queridas lectoras), me corrigen si me equivoco pero, portar un conjunto de color negro formado por chaqueta tipo ejecutivo con pantalón de pinza del mismo color, zapatos negros y blusa blanca, es más viejo que el hilo negro. No adornar la percha con joyas o bisutería, también; y ser motivo de atención o reclamo por ir al lado del presidente del Gobierno, es decir, de su macho alfa, me temo que también.
Ella –pues por fin (y me alegro mucho), en maldito bulo han descartado que sea un maromo, travelo, trans o a saber qué–, no destacó en la semana de la moda de Madrid por ser la titular de una cátedra en la Universidad Complutense de Madrid sin tener la titulación exigida para poder serlo. Tampoco ella, destacaba por ser una experta en fondos Next Generation UE (como suelta en video por LinkedIn), cuando su marido es el que parte el bacalao o la pana, en el asunto de los repartos discrecionalmente sino por llevar estos u otros trapitos durante un pase de modelos. Así que como dice siempre al final de sus mensajes en Twitter el ex ministro socialista Jordi Segura Sevilla cuando suelta sus paridas: “pa pensar”.
Al hilo de todo esto, adjunto gratis otra ilustración. La del articulo –en el diario El Mundo–, de la periodista Maite Rico que titula en su sección “Sujétame el vermú” (que viene siendo como la mía en La paseata “Sujétame el cubata”): “Ser mujer es un asco“.
La periodista a estas alturas de la película viene a reivindicar más o menos que a saber qué sería de ustedes –nuestras maravillosas costillas de Adán–, de no ser y existir las féminas feminazis.
Me refiero a las tipas de sobacos poblados, pelos de colores y pechos pintarrajeados, que exaltadas tratan de ofendernos orinando públicamente como previa o durante sus asaltos a las capillas y demás lugares tan respetables como el Hotel Ritz, donde han desayunado esta semana para hablar de las cosas de ustedes las mujeres, según su punto de vista.
Miren (y con esto termino), cuando la casta de Podemos, “podemas” o como carajo se llamen, o cualquier otro político cutre (ya puestos), les diga que esta en este mundo para garantizarle sus derechos, lo que realmente quiere es imponerle sus ideas.
En fin: “pa pensar” como dice el otro “mermao”.
