
«La vuelta al mundo en un dedal (Capítulo 9): Don Narciso, el más INDIGNO, en un país dignísimo habla de dignidad»
(a)
En un «histórico discurso» -escribe La Vanguardia-
Sánchez subrayó la «dignidad» de Ucrania.
¡Ja: de DIGNIDAD, nada menos,
don Narciso, en país dignísimo habla;
él precisamente, el más INDIGNO
que país alguno gobernara,
(b)
al punto que ya ni un solo español a saber alcanza
el número de indignidades que ha volcado sobre España!
¡Y se atreve el tiparraco, el muy infame macarra,
a soltar que es dignidad lo que vemos al mirar a Ucrania,
como si fuese capaz de reconocerla
aquel que jamás en la vida tuvo idea
(c)
del alto concepto que LA DIGNIDAD encierra
para LA GENTE DE BIEN… y su amada patria!
¡Como si el ponérsela él en su embustera boca,
toda la virtud que en sí misma ella alberga y guarda,
hasta del más indigno de los hombres se apoderara!
(d)
¡No insultes, hipócrita felón de medio pelo,
a quien ÉL MISMO es todo dignidad
sin la menor necesidad de airearla,
por cuanto es su propio noble comportamiento
el que, sin siquiera reparar en ello,
de la más pura dignidad le ha cubierto!
¡Mejor, pues, ante él, la boca calla:
(e)
regresa a hozar y gruñir en tu porqueriza
junto a los que gustan de embadurnarse
con un largo baño de indignidades;
en tanto el resto quedamos a la anhelante
espera de una España algo más digna
que nos libre del légamo infecto y repugnante
que día tras día nos has ido tú echando encima
(f)
cada vez en mayores y más apestosas cantidades!
Sólo así podrá, un país rico, hermoso y grande,
de tanta podredumbre salir pelín airoso;
y acaso redimirse, siquiera poquito a poco,
de tus execrables e incontables iniquidades:
¡La de MIERDA que se nos vino encima, a todos
(g)
-incluido el partido socialista-, el fatídico día
en que a la mayoría le dio por darte el voto!
¡Y bien caro que lo están pagando todavía
los que te votaron… y quienes no lo harían ni locos!
¡Un mal rayo que nos hubiera caído encima
no habría logrado hacer tantos destrozos!