
«Apoyo a la nueva pareja musical y a su valentía por cambiar la música que tanto daño hace a los españoles. Que la nueva música suene alto»
El Presidente del Partido Popular ya ha comunicado su intención de voto para la moción de censura que es la abstención y con ello, actúa como una pareja de baile que no sigue el ritmo de su acompañante, pegándole pisotones y mirando para otro lado para ver si se va con quien le gustaría bailar y de ahí su falta de ritmo.
Entienden la moderación como claudicación ante unos postulados que creen que son muy progres para ver si así caen simpáticos y sacan votos de la izquierda.
De ahí que no les guste su pareja de baile y quieran decir que prefieren la otra, con la que más acostumbrados están en danzar en la sala de baile y con la que han compartido más ritmos a pesar de sus riñas. Más apetecible que la nueva que ha entrado en la sala y que parece le ha tocado por castigo aunque en teoría sea más afín a sus gustos musicales.
El PP de la moderación es que no te importe a quién reza, vota o besa el ciudadano.
Los señores del PP olvidan permanente lo evidente: la política nunca es a priori. La política es a posteriori o no es política, sobre todo si se trata de una discusión parlamentaria; es una regla básica, elemental, de la democracia liberal desde que fuera institucionalizado uno de los varios espacios público-políticos donde se desarrolla la vida política.
Ya sé que mi opinión, una obviedad de primero de Pedagogía política, es una compleja sutileza para la «derecha sin remedio«, o sea para el PP, que pretende llegar al poder, al campo embarrado de los socialistas, los comunistas, los separatistas y los exterroristas, sin despeinarse, es decir, jugando al agujero negro del centrismo.
El PP se abstendrá en la moción de censura; prefiere la abstención, sí, antes que votar en contra de que siga Sánchez en el poder. Es incomprensible, pero debe ser el paso de baile que les han dicho que es el bueno para ganar las elecciones pero tendrán que producirse esas elecciones o es que el PP no tiene prisa y prefiere que siga Sánchez más tiempo.
Parece ser que al PP cuando le ofrecen un remedio para salir de ensimismamiento o, todo lo contrario, de su febril agitación, prefiere jugar al centrismo. No lo entiendo de verdad. Tengo la sensación de que el PP nos trata como si fuéramos imbéciles.
Han puesto la música adecuada, la que no gusta a la izquierda, y ellos prefieren quedar bien con una música siniestra que está sonando desde hace demasiado tiempo y que en teoría no les debería gustar pero, para no enturbiar a su habitual compañero de sala que es el PSOE, dicen que no se van a mojar ante unos nuevos bailarines que tienen en teoría el parecido gusto musical que los suyos pero del que reniegan con su no posicionamiento, no vaya a ser que les digan que esa música que es la que en teoría les debía gustar es muy rompedora y que eso les va a hacer perder el concurso de baile.
O tal vez les han cambiado de gustos musicales. Eso es lo que pienso yo.
Apoyo total a la nueva pareja musical y a su valentía por cambiar la música que tanto daño hace a los oídos de los españoles. Que la música real y auténtica suene a todo volumen.