La flor en el trasero de Sánchez se marchita. Por Guirong Fu

La flor en el trasero de Sánchez se marchita

«¡La flor en el trasero de Sánchez se marchita! Hoy, la cosa está ‘adrenalítica’: ‘ovaries podemites’ frente a pelendengues sanchistas»

(1)

Abanderadas y ‘abanderades’ del ‘sólo sí es sí’,

por LA CAUSA saldrán hoy a darlo todo por entero:

De las reformas a su ley nada quisieron ayer oír;

ni lección feminista alguna aceptar quisieron

de «una infecta manada de corruptos y puteros.»

(2)

La cosa, ya ustedes ven, está ‘adrenalítica’:

‘ovaries podemites’ frente a pelendengues sanchistas:

Ellas y ‘elles’ dispuestos resueltamente a acabar

con tanta testosterona en el ámbito de la política.

Y al frente de todas y ‘todes’, ¡la marquesa de Galapagar!

(3)

¡Cuidadín: la flor en el trasero de Sánchez se marchita!

A todo esto: ¿Dónde se meterán hoy, por cierto,

las belicosas huestes del inquilino monclovita?

Nadie descarte que, tras la victoria de ayer en el Congreso,

en vez de arriesgarse a que les lluevan improperios en la manifa,

(4)

decidan irse de picos pardos… donde Tito Berni perdió la camisa!

Ninguno de ustedes, en su sano juicio, espere, sin embargo,

que, Patxi López, a lupanar alguno con ellos asista:

grave y solemne y en sus costumbres ordenado,

no cabe ni un solo «¡Y qué más da!» en su sesuda cabecita.

guirong fu

Tengo 60 tacos; es decir, una linda juventud... prolongada.
Catalán y ESPAÑOL de Barcelona, en donde ahora vivo feliz,
pues, TENIENDO SALUD, no me falta de nada.
Guirong Fu, en Twitter, decidí hacerme llamar;
y todos saben que es Nietzsche quien puse en mi avatar.
No hay en mí afán de ocultamiento,
pero va con mi talante el anonimato.
De otra suerte, aunque les pusiera mi retrato,
no habrían de reconocerme ustedes un pimiento.
Den todos por bien seguro, sin embargo,
que, siempre que se trate de defender MI DIGNIDAD
y EL HONOR de quienes me honran con su amistad,
no habré de ocultar de mí ni un solo dato.
¿Mis intereses? Los mismos que siempre tuve:
El humanismo, la buena literatura y el ámbito entero de la psicología.
Y aunque en la política no siempre demasiado me entretuve,
los años me han llevado a querer tomarle la medida:
Me duele su arbitrariedad, su falta de sentido común, sus dislates.
Su ambición soez, su arrogancia, su desvergüenza, su hipocresía.
Me indigna que me deslumbre con sus lindos 'escaparates'
y que cuando entramos a 'comprar' no nos dé más que porquería.

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