
«La vuelta al mundo en un dedal (Capítulo 16): La siniestra pareja y los violadores hijos de la Gran Bretaña»
(a)
Leo que, sumando Inglaterra y Gales,
se dan, a lo largo y ancho de aquellos lares,
1000 violaciones a la semana.
Reconozcamos, pues, aun sin pretender insultarles,
que hay, allí, muchos ‘hijos de la Gran Bretaña’.
(b)
Luego nos andaremos quejando por aquí, a raudales,
de lo «violadores que son ‘bastantes’ hombres, en España.»
Y van, los británicos, dándoselas de seres superiores y angelicales,
cuando nada se da tanto, en su ‘docto y culto’ país, como… la peor morralla!
(c)
Y, encima, al parecer, con una policía
a la que hay que dar de comer aparte:
¡machistas como no los hay en ninguna parte!
Todo tiene, empero, su lado bueno:
es muy probable que, en adelante,
se llene, aquello, de fervientes admiradores
de nuestra insigne marquesa Ireno,
(d)
cuya sublime ley de ‘sólo sí es sí’
provocaría, allí, auténticos ‘furores’.
¿De verdad les parece a Uds. que esté yo bromeando?
Sepan que en el reino de los ‘hijos de la Gran Bretaña’,
sólo termina condenado… uno de cada 100 violadores!
(e)
Con promedio, pues, de condenas tan ‘elevado’,
la Gran Guerra Podemita contra todo violador patrio,
en la ‘muy machista España’, habría ya estallado!
Haríamos bien, por tanto, todos aquellos
a los que Natura ‘nos colmó de testosterona’,
en no tomarnos el agresivo feminismo
(f)
de la marquesa Ireno a broma:
puede acabar llenando su piscina
de órdago… con nuestras bolas!
Y no olvidemos nunca, al cabo,
que el pérfido padre de sus hijos
a un montón de ancianos desvalidos
en plena pandemia ha enterrado.
¡Qué siniestra pareja, Dios sea loado!