
“Desde aquí todo mi apoyo, lealtad y amor por Ceuta y Melilla, que hay que defender, al precio que sea, hasta con la vida misma”
A lo largo de mi vida, he visitado en múltiples ocasiones el exótico Marruecos. Por deporte, por turismo y por trabajo. Conozco el país de arriba a abajo perfectamente. Jamás he tenido problemas, pero nunca he estado tranquilo y relajado. No se por qué pero siempre lo he sentido así. También he pasado días en la España africana. Melilla y en especial Ceuta donde he estado varias veces. La última con ocasión de filmar para TVE el Museo Militar de la ciudad ceutí. El trato de la Legión fue siempre exquisito. Pero un descuido del chofer que nos acompañaba al equipo, que le dio por ir a dormir al conflictivo barrio de El Príncipe, nos dio quebraderos de cabeza. Un craso error que nos costó un valioso equipo, una excelente cámara fotográfica de mi propiedad que deje olvidada en dicho automóvil. Menos mal que las cintas rodadas siempre las dejaba en mi habitación del hotel. Jamás se ha sabido de lo sustraído.
El Príncipe es un barrio conflictivo y peligroso lleno de muchos musulmanes y pocos españoles. Todas esas experiencias me han venido a la memoria estos días de conflictos e invasiones perpetradas y dirigidas por las autoridades marroquíes. He evocado la bella ciudad norteafricana y españolísima, llena de preciosos edificios.
Y ese bonito recuerdo me hace sentirme muy unido con lealtad a esos trozos de España que parecen desgajados pero, en realidad, es tan español como la mismísima puerta del Sol madrileña. Desde aquí todo mi apoyo, lealtad y amor por esos territorios históricos de España en el continente africano, que hay que defender, al precio que sea, hasta con la vida misma.