
«La imagen de rubia tonta que ofrecía Marilyn en sus películas era muy distinta de su realidad personal»
La imagen de rubia tonta que ofrecía Marilyn en sus películas era muy distinta de su realidad personal. Lo que abundaba, sobre todo en su biblioteca eran autores norteamericanos como Poe, Oscar Wilde, Lewis Carroll, D.H. Lawrence…
En sus estantes también había no pocas obras maestras de la literatura: el ‘Ulises’ de James Joyce, ‘Crimen y Castigo’ de Dostoievski, obras de Chejov, pero también textos de Freud, Proust, Pushkin, Flaubert, Khalil Gibran, o Bertrand Russell… Y también otros más prácticos para la vida como ‘La impotencia sexual en el hombre’ o ‘Cuidados del niño y el bebé’, de cocina, religión, o literatura política. Alrededor de 400 libros llenaban los estantes de su biblioteca…
«Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿Quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿Qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran«. André Gide.