ETA y sus criminales. Por Antonio E.

ETA y sus criminales

«Si pudiésemos leer las actas de negociación de Zapatero con ETA, sería el fin de muchos, la caída de otros, y el desenmascaramiento del resto»

Pese a que los que votan en clave social comunista opinen lo contrario, siempre fue así, somos muchos los que venimos diciendo desde el principio, que cuando se hable de ETA, es imprescindible hacerlo con frialdad, firmeza y dureza. En esta materia no caben dudas ni florituras, ni medias tintas ni equilibrismos gramaticales. Por ello hay que ser tajante y extremadamente duro con los criminales etarras y toda la basura que les respalda, alienta, protege, alimenta y pacta, sobre todo a estos últimos.

También con aquellos que sacaron provecho de los asesinatos, y provocaron un dolor indescriptible debido a su bajeza moral y calculada equidistancia (PNV). Resulta imposible olvidar el extremado dolor producido por el puñetero nazionalismo criminal vascongado. Las víctimas, tras perder a sus maridos, padres, hijos familiares, amigos o compatriotas ven como sus asesinos se siguen vanagloriando de sus muertes y siguen sin pedir perdón. Lo podría decir más alto, pero no más claro.

Que la prensa escrita y audiovisual de la extrema izquierda social comunista, trate de blanquear y justificar con mensajes equívocos y medias falsedades a la ETA de Otegui, es la forma más sutil que ha encontrado la extrema izquierda política para limpiar sus corrompidas conciencias. La ETA de Otegui es la misma de la matanza del Hipercor, la misma del atentado a la casa cuartel de Zaragoza, la misma que asesinó a Miguel Ángel Blanco y exactamente la misma que asesinó a cualquiera de los españoles con o sin uniforme, desde el primer muerto hasta el último, exactamente la misma ETA. Las mismas ratas, pero con un lacito puesto en sus rabos por Pedro Sánchez para presentarla en sociedad, como si de una banda de gráciles gacelas se tratase.

Hurgar en las heridas de las víctimas, es criminal, entronizar a esa escoria putrefacta en las instituciones es como volver a revivir los instantes posteriores a los asesinatos cometidos por los aliados preferentes del gobierno de esta izquierda amoral y guerra civilista.

El último acto de ETA estaba cantado, y no será el último, Otegui ha impuesto su tesis, siempre maximalista. La organización criminal ETA, más viva que nunca, ha tratado de meter a siete de sus muchos criminales en las instituciones y de esa forma tan chulesca hacer que visualicemos su victoria. Pero ha cantado tanto la repugnante chulería del matón Otegui, que al parecer ha retirado, al parecer, y sólo al parecer, a sus siete criminales. ¿A petición de Sánchez? Seguro que, a cambio de algo, pero aún quedan treinta y siete terroristas más, y ni Sánchez ni sus continuas cesiones podrán apartar a esa piara de hijos de puta de ser elegidos por sus acólitos, chivatos y demás chusma que sigue jaleando y alentando a sus criminales. Si pudiésemos leer las actas de negociación de Zapatero con ETA, sería el fin de muchos, la caída de otros, y el desenmascaramiento del resto, de ahí que la primera pregunta se la deberíamos hacer al presidente del gobierno ¿a cambio de qué ha accedido Otegui?

ETA lo hace en unas elecciones donde se va a dilucidar si España se convierte en la Venezuela de Europa, o si aún se resiste a ello. No hay más, no busquen más, que nadie se entretenga en hacer equilibrios que no les conducirán a ninguna parte, o se está con la razón, la ley y el estado de derecho, o de lo contrario se está con Sánchez y sus aliados preferentes que es tanto como decir con ETA y su macabro historial. Más de diez pactos llevan el marchamo de ETA y el PSOE juntos en esta legislatura. Me pregunto si son pocas razones para algunos, o tal vez es habitual que un gobierno supuestamente integro, deba pactar con un partido EH Bildu, cuya cabeza visible es el terrorista Otegui y su segundo otro terrorista, Pla.

Ni siquiera el sanchismo con todas sus terminales en pie de guerra pueden ocultar tamaña infamia. Ver a tantas alimañas atacarse entre ellas a dentelladas por ver quién emplea más pintura para blanquear a la mafia criminal vasca, resulta repugnante.

Largo y tortuoso camino desde aquel día en que Sánchez asaltó la presidencia del gobierno, llevado en andas por un grupo de indeseables. El que no iba a pactar con Bildu, lo hizo con ETA, lo repitió hasta ocho veces, desde entonces la palabra de Sánchez no vale una mierda, por decirlo de una forma suave.

Desde entonces no ha parado de hacerlo, dejando a la banda de Otegui influir de forma decisiva en leyes tan ideológicas como sectarias y atentatorias contra la libertad y el bienestar de los españoles.

Desde que Sánchez es presidente les ha venido premiando con los viernes negros de Marlasca, trasladando a cárceles vascas a los criminales para que Urcullo les libere. Se ha estado borrando la sangrienta ejecutoria criminal de ETA, dándoles la pátina democrática de la que carecían, aprobando la ley de memoria democrática confeccionada por y para ocultar y olvidar las salvajadas de ETA. O villano o lacayo de ETA, o ambas cosas a la vez. En esta ocasión no caben componendas, ETA legisló, y un gobierno social comunista y lo que le cuelga lo aprobó.

Qué pena, y que asco, ver cómo las Provincias Vascongadas siguen oliendo a muerto, a matadero, a sala de autopsias, a cementerio, a goma 2. Sugiero a su lendakari que aproveche el tirón y construya un parque temático del crimen etarra en el museo Guggenheim, se ahorraría un pastizal en instalaciones y mucho más contratando a los mismos criminales que asesinaron a sangre fría y por la espalda. Nunca habrá dignidad ni libertad en un lugar donde se exaltó y se sigue exaltando el tiro en la nuca, o la bomba lapa, mal que les pese pasarán a la historia como lo que verdaderamente fueron son y serán.

Cuando aún quedan más de trescientos sesenta asesinatos sin resolver. Cuando centenares de miles de vascos expulsados de su tierra no pueden volver sin sentir miedo. Cuando miles de familiares de víctimas que no han visto aún reparado su dolor, y a los que las ratas etarras no han pedido perdón. Cuando son miles y miles de ciudadanos vascos los que viven aterrados e imposibilitados para poder expresar con libertad sus ideas, so pena de ser señalados por el dedo de los abundantes chivatos al servicio de ETA. Cuando más necesario para las víctimas directas, y a todos los españoles de bien es tener el respaldo de su presidente, es cuando se encuentran traicionados por el que debería ser su máximo defensor, Pedro Sánchez Pérez Castejón.

No me cabe ninguna duda que esta infamia era sabida por su máximo valedor, Sánchez. ETA nunca da un paso “político” sin saber que lo da sobre seguro, y que es respaldado por su máximo consentidor.

¿Y qué gana Sánchez en toda esta infamia? La respuesta es tan simple como obvia: mantenerse en la poltrona de la Moncloa y figurar. Para ello tragará y tragará, hasta hartarse, la boca de Linda Lovelace era minúscula en comparación con la de este sujeto.

Desde el minuto uno Sánchez se traicionó a sí mismo, a su palabra y a su programa. A los únicos colectivos que ha beneficiado su gobierno han sido al de los golpistas catalanes, a los malversadores en general, en particular a los catalanes, a los supremacistas vascos del PNV, al de violadores pedófilos y pederastas, al colectivo “okupa” y al colectivo más terrorífico, su aliado preferente según sus propias palabras, ETA.

Que nadie lo dude, los hechos lo están demostrando. Inútil, pero de agradecer el empeño de VOX en pedir que se ilegalice a ETA, Conde Pumpido lo impedirá. Fútil la petición de Feijóo, pidiendo que la Abogacía del Estado lo investigue y aclare, Sánchez es el jefe de ella. Pueril y baldío pedirlo a la Fiscalía General, la fiscalía depende de Sánchez. España ha dejado de ser un estado de derecho, para convertirse en uno de desecho, o llámenlo sanchista, que a fin de cuentas es lo mismo, pero edulcorado.

Hemos asistido al enésimo fracaso de un político amoral, incapaz de contestar al jefe de la oposición una pregunta muy sencilla: ¿Va usted a seguir pactando con Bildu (ETA)? El tirano ha tirado de valentía y no ha sido capaz de contestar. La respuesta la sabemos todos.

Cada día somos más los que recordamos a diario todos y cada uno de los atentados mortales cometidos por el nazionalismo criminal vascongado. Cómo se cometieron, sus circunstancias, sus nombres, sus rostros, sus funerales, los rostros de sus hijos, de sus padres, de sus mujeres, de sus compañeros de uniforme, de sus amigos, de todos los españoles de bien que acudieron a sus funerales.

Esta labor tan encomiable la empezaron unos pocos, a los que nos vamos uniendo cada vez más, en el sagrado deber de no olvidar a todos aquellos españoles que fueron asesinados por ser Guardias Civiles, Policías, Militares, Políticos o Civiles. A todos ellos les debemos gratitud eterna, por ellos y sus memorias no debemos olvidarnos de su sacrificio y entrega.

Descansen todos ellos en paz.

 

 

Antonio E.

“Lo valioso no es lo conseguido, lo verdaderamente importante es mantenerlo”. Nacido en Valladolid, diplomado en el noble arte de trabajar y doctorando en la disciplina más importante que existe: conseguir ser un buen español. Autor de varios libros, desde siempre me gustó leer la historia de mi país, aprenderla, estudiarla y compartirla. Su desconocimiento nos aboca, irremediablemente, a tropezar en las mismas piedras de siempre. Odio la doblez, la traición, el engaño y la cobardía, rasgos que abundan cada vez más en nuestra sociedad.

Artículos recomendados

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: