
«Los cuatro mangantes son los que se aprovechen de la desinformación y la incultura. ¡Qué manera de engañar al personal!»
Después del debate entre Feijóo, que demostró su personalidad, moderación y estabilidad frente a un Sánchez claramente a la defensiva y con continuos ataques fuera de tiempo y tono, interrumpiendo la mayor parte de las veces al candidato a la Presidencia de España, solo me queda decir que si por casualidad sigue ganando las elecciones Pedro primero el interruptor, lo llevamos clarinete. Porque lo que relato a continuación seguirá sucediendo tarde sí y mañana también.
¡Pobres de nuestro hijos! Ellos sí van a vivir una época en la que las democracias estarán descafeinadas, y empezarán a descarrilar a favor de rogadas dictaduras de salvación, tipo tiranillos de tres al cuarto, porque el pueblo no tendrá recursos para discernir y opinar por sí mismo y esto es peor que no tener nada para comer, mientras sí se tengan migajas y te las regalen. Solo lo harán a través de una panda, una horda de ellos, ellas y elles, con ideas peregrinas, tales como el calentamiento global, las sequías por falta de pantanos, las hambrunas de carne, que solo comerán los riquísimos, mientras los demás comeremos harinas de insectos de sabores variados. ¡Qué manera de engañar al personal!, para que puedan ser ellos, los cuatro mangantes, los que se aprovechen de la desinformación e incultura, del desconocimiento de la verdad.
¿Qué más dará estar vivo o estar muerto en un mundo en que todo se controla, se usa, se abusa, se manosea, se esclaviza, e incluso se atormenta con horribles pesadillas vía teléfono móvil? Solo queda por decirle, al abyecto objeto de comunicación, omnipresente móvil, “que te use Chapote como mierda de bote, con cara de tomar el pelo a algunos angelotes”. O que “te use Mohamed, para extorsionar presidentes”.
Por otro lado que tú, engañado, también desees y creas poder tener la opción de presionar con la palabra, para que otros puedan empujar hacia la Libertad, su libertad, la de ellos, no la tuya. Da igual cuál sea, cada uno gritará la suya para no depender de no tener nada. Pero no temas vivir, vivirás bien gracias a la caridad de gente que poseerá todo lo que tenga valor en el mundo. Y nos lo darán sí, hasta el agua que empezará a cotizar en bolsa, para que no se les acuses de tiranos, de vendidos a los cuatro magnates de posibles y probables que regatean el modo de vivir de los millones que no lo son. Que se metan sus migajas de felicidad a guisa de supositorio y si hay que morirse de asco, mejor cuanto antes. Dejen de forrarse con la insulina e investiguen contra la enfermedad Diabetes. Dejen de fabricar medicamentos que pudieran ser eliminados por otros más eficaces, pero probablemente más caros de fabricar y menos rentables. ¿Es que no tienen los que rigen nuestras vidas ni un poco de vergüenza ajena, con la que poder dejar de reírse del personal?
Inventarse estupideces deportivas, para evitar que la gente se incline por la lectura, máxime en un país de incultos de coco, pero sabiondos de pies, de piernas de “ranear” y dar patadas al balón desde niño, “no vaya a ser que el chaval nos haga millonarios, corriendo en calzoncillos” o mejor dicho “Raneando” que parece que si no lo dices en inglés no lo dices. Corriendo, que no corriéndose, que esto ni queriendo podrán. Ala Huac Bar, Ala es grande si, no dejamos de oírlo y al final como cualquier otra mentira publicada, sea de diestra o siniestra, no servirá más que para jodernos bien, pero eso sí, como reza una pintada en mi calle Fuck you o jódete. Qué más da si lo haces con verga o vagina o con un ave de corral hembra del pollo o un término raro como “potorro”, que ya solo el nombre indica que huele como para tener moscas incorporadas. Finos que somos por aquí.
Eso sí luego nos quejamos de Europa, aunque últimamente mejor no hacerlo no acabe esto como el Rosario de París, invadido por las agrupaciones circenses descendientes de inmigrantes de los países de Ala. Esos que tras haber gozado del dinero, educación y la libertad de la “grandeur” de la France se ponen ahora a cogérsela con papel de fumar quif, marihuana o Mari Pepa que para el caso es igual, todas las drogas son tan falsas como la que más, solo sirven cuando la puedes tener provista por el estado, para que te vayas “atolondrado”.
“Endrogada” debe de estar, como decía la asistenta de mis padres hace cuarenta años, la sociedad, pero ¿Qué más da? Si ya te han robado la verdad, pero ¿Qué más da? Sin libertad. Sí, esa que todos cacarean y ninguno ha visto salvo cuando se trata de hacer el gilipollas y decir sí Bwana. Dejad de hacer el payaso, desvelad las mentiras que os rodean, ni izquierda, ni centro, ni derecha, ni ultras de mierda, ni de nada, todo son engaños como el trapo rojo para que embistamos como toros embravecidos, cuando los dedos privilegiados nos están dirigiendo al abismo. Y no nos damos cuenta.
Recuerda que en el dos mil treinta, no tendrás nada y serás feliz ¡imbécil! ¡Reaccionad ya, más tarde será imposible! Marcharemos al paso de la música que ya quisiéramos que fuera militar, pero ni eso, no. Porque después de intentar oír a Feijóo en el debate de Antena Tres, interrumpido siempre por el chuleta de Sánchez, que es faltón hasta en la tele, se infiere que desde luego mejor persona y presidente será. Demostró su personalidad, moderación y estabilidad frente a un Sánchez claramente a la defensiva con sus ataques extemporáneos y con continuas interrupciones fuera de tiempo y tono, e injustificadas, la mayor parte de las veces, fuera de su tiempo establecido, pisando los argumentos del candidato a la Presidencia de España solo me queda decir que si por casualidad sigue ganando las elecciones Pedro primero el interruptor, lo llevamos clarinete.