Sánchez, lo mejor para España. Por Pigdemont

Sánchez lo mejor para España

«Está cerca el momento en que las ayuditas a la gente que mantienen con la boca cerrada no llegarán y las escasas pensiones se verán recortadas»

Sin duda alguna un nuevo gobierno de Sánchez con la «Ovidia nasón nasada» , el recoge nueces, un jiennense traidor a su sangre y mi tocayo Carles, es la salvación de España.
Y es que lejos de haber perdido la cabeza, pasemos a analizar fríamente. Las sociedades al igual que la economía son cíclicas, tras los felices años veinte, época en la que podías comprar un gramo de cocaína en la farmacia sin receta, bailar el cancán y participar en alguna de las primeras películas porno que don Alfonso XIII se encargaba de producir, pasamos a otra época en este caso libertaria y republicana donde la gente se calentaba con los rescoldos de las iglesias quemadas, y tras amenazarte en el Parlamento, estabas muerto al día siguiente cual Calvo Sotelo.
Y es que una sociedad cuando llega al culmen de la podredumbre, y tras un baño de hematíes, suele recobrar la cordura y la normalidad.
Pero claro, teníamos que ser libres para poder hablar de política a costa de disparar el paro, la delincuencia y poderse comer la boca dos señores/as en plena calle, que comérsela en la privacidad de los dormitorios no era suficiente. Y así, como a los españoles nos gusta, disfrutamos de casi 40 años de mano nada blanda pero sin llegar a dura.
Hoy finales de julio de 2023, en un país, económicamente en bancarrota, espiritualmente roto, sexualmente pervertido, moralmente indecente, estamos tan cerca del abismo que un gobierno de Pedro Sánchez más, lo único que puede conseguir es acelerar los mecanismos que lleven de nuevo al equilibrio y la cordura de la sociedad.
Está cerca el momento en que las ayuditas a la gente que mantienen en casa, y con la boca cerrada, no llegarán, las escasas pensiones se verán recortadas y ese día, por fin se celebrará un nuevo Fuenteovejuna que espero y deseo profundamente que pille el Falcon sin queroseno. Y la frontera con Hendaya cerrada a cal y canto, y no queden siquiera pateras en las que salir de España. Ese día veremos cómo los nacionalistas independentistas catalanes renuncian a la voz de asesino de Luis Companys en un perfecto castellano, veremos a un Otegui hablar de las vascongadas y a un rufián volver a Jaén.
Ese y no otro día será el comienzo de la regeneración tan necesaria en este país de mierda, sin reinos de taifas,  preocupados por llevar el pan a la mesa con el sudor de la frente y dolor en las lumbares tratando de olvidar los últimos 48 años de insolidaridad territorial, dictadura de género y fomento de la homosexualidad, al punto de ser casi obligatoria.

Pigdemont

Asturiano de nacimiento, con 5 litros de sangre Malagueña, lo que viene a ser un “charnegu”, experto en energías renovables, de ahí el calambre que me causan los vende patrias, mantenedores de la miseria y nuevos señoritos andaluces de la política.

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