Dos crónicas de muertes anunciadas. Don Alberto, suelte lastre y mire con perspectiva. Por Antonio de la Torre

Dos crónicas de muertes anunciadas.

«Que Dios y el Apóstol Santiago le iluminen para acertar con la tecla en sus negociaciones o que, de lo contrario, no se arrastre por el fango la Constitución para complacer a los enemigos de España»

Efectivamente, los dos acontecimientos de mayor relevancia de estos últimos días acabaron sin sorpresa sobre lo previsible. El primero, continuación del culebrón que ya ocupa casi dos semanas, se sigue ajustando al guion de “pan y circo” que tanto gusta a los malos gobernantes para mantener distraído de lo importante al rebaño dócil, con la inestimable colaboración de sus medios de manipulación masiva. Me refiero, como es evidente al caso de José Luis Rubiales, tras el famoso “piquito”, consentido o forzado, según quien dé la versión, y su grosera tocada de genitales, en una imagen que ha dado la vuelta al mundo y que, desde luego, no debe haber contribuido en nada positivo a mejorar la ya bastante deteriorada imagen exterior de nuestra Marca España, desde la llegada de esta banda. La esperada sanción que nuestro desgobierno había descargado sobre el TAD (Tribunal Administrativo del Deporte), se quedó en nada tras su calificación de los hechos como falta grave y no como muy grave, que hubiera desencadenado la “furia castigadora de Frankenstein”. Entre actuación y actuación del presimiente y amigo del “encausado”; de su ministro de “cultura y deporte” –antítesis de ambas cosas–, Miguel Iceta “Bailongo” y del casi sin estrenar (13.06.23) secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos (PSC), en otro guiño al catalanismo, a los que se le adelantó la decisión de otro organismo, no menos exento de sombras de corrupción, la FIFA, todo se quedó en nada. El tal Rubiales, que no llega al desaparecido Alfredo Pérez Rubalcaba, “Sé todo de todos”, pero parece, según se dice, que sabe lo suficiente de algunos como para que todo se quede en esos 90 días de inhabilitación de la FIFA y luego… ya veremos. Mientras, las tertulias, telediarios y demás instrumentos mediáticos seguirán distrayendo al personal de lo importante, las cesiones al separatismo que está “estudiando” el sanchismo, en cuyas manos quiere poner el perdedor de las elecciones su posible investidura. 

EL segundo, más importante, la anunciada entrevista entre el candidato a la investidura propuesto por el Rey, Alberto Núñez Feijoo, y el aspirante al batacazo de su oponente, Pedro Antonio PinócHEZ Plagio Falconeti Motorista y otras yerbas que, parafraseando el título de una conocida película, se podría resumir como 006 contra el doctor NO, que ya se consagró como tal allá por 2016. Y es que el candidato ofreció seis pactos de Estado –se dejó otros dos muy importantes, que comentaré después– de indiscutible valor para los españoles, pero no para quien, como dijo el presidente del PP, prefiere pactar con los independentistas

Según comentó en la rueda de prensa posterior a la fallida entrevista, Feijoo dijo que había pedido centrar la legislatura en la economía de las familias y en el empleo, en cómo llegar a fin de mes, pero, al menos es lo que he percibido, prefiere el señor Sánchez negociar amnistías, referéndums y grupos parlamentarios que no cumplen los reglamentos de las cámaras”“Facilitar la formación de un gobierno en España, que integrará un Ejecutivo de 15 ministerios” y “Defender la integridad territorial de la nación española consagrada en la Constitución y rechazar las solicitudes de referéndums de independencia y de amnistía expresadas por los partidos independentistas. Puro sentido común apoyado en los seis pactos que decía antes:

“1. Pacto de Regeneración Democrática que mejore la calidad de nuestra democracia, preservando la división de poderes y la independencia de los organismos de control contemplados en nuestro ordenamiento, comenzando por el impulso de una nueva legislación que asegure la total independencia del órgano de gobierno de los jueces. 2. Pacto por el Estado de Bienestar, que garantice la viabilidad del Sistema Nacional de Salud, la estabilidad y calidad del sistema educativo, la igualdad entre mujeres y hombres y la viabilidad de las pensiones para los mayores, incluyendo en todo caso su revalorización anual. 3. Pacto por el Saneamiento Económico, que garantice la solvencia de los más vulnerables y de la clase media. 4. Pacto por las Familias, para que tengan mayor capacidad para lo prioritario y hacer posible la conciliación. 5. Pacto Nacional del Agua, para alcanzar una propuesta que garantice el acceso a este recurso básico y 6. Pacto Territorial, destinado a convertir el Senado en una verdadera Cámara de representación territorial y a fortalecer la España de las Autonomías, mediante un diálogo multilateral que permita adoptar decisiones comunes sobre asuntos comunes. De forma prioritaria, se aprobará un nuevo modelo de financiación autonómica y local que garantice la igualdad de servicios”

Creo que le faltaron dos propuestas de pacto más a Núñez Feijoo, en mi opinión más importantes que los seis citados. Por un lado, es tan indispensable como urgente cambiar la Ley Electoral y, por otro, sucede lo mismo con abordar, seriamente, una verdadera Ley de Educación, basada en el esfuerzo y el mérito, que frene el adoctrinamiento y la bajada continua de nivel que las dictadas desde 1985 y las malditas transferencias de competencias en materia educativa, han producido. Se me ocurre que tal vez no sería mala idea actualizar la Ley de Ordenación de la Enseñanza Media de 1953, que dio paso al Plan de 1957. Esto, entre otras cosas, se lo propuse a Mariano Rajoy en un documento que le di en mano antes de su llegada a Moncloa en 2011 y que le recordé en marzo 2015, cuando ya se avecinaba su debacle de Diciembre de ese año. Pero, sobre todo, le faltó al señor Feijoo una propuesta que hubiera sido definitiva, que siguiera él como presidente y ahí estuvo el error.

Fuera de bromas de mal gusto aparte, el señor Feijoo tuvo otros dos gestos que demuestran visión de Estado frente a la inexistente por parte de su contrario. El primero, que hace la propuesta “Con la voluntad de alcanzar verdaderos pactos de Estado que sienten las bases de las próximas décadas en España, las propuestas legales y normativas acordadas en el seno de las respectivas comisiones se materializarán únicamente en el caso de que se alcancen con el acuerdo de los partidos firmantes”. Y el segundo que La legislatura se dará por terminada cuando estos seis Pactos de Estado se hayan materializado o en un plazo máximo de dos años. Transcurrido este período, se procederá a la convocatoria de elecciones generales, salvo que los partidos firmantes de este acuerdo consideren conveniente la continuidad de la legislatura para cerrar éstos o nuevos acuerdos”

Y una vez más se demuestra la delantera que lleva siempre la izquierda para el mal y la manipulación en la primera reacción tras la infructuosa reunión entre los dos líderes del PP y PSOE. Ya, la propia aceptación de la reunión, calificada de “paripé” por la ministra portavoz en funciones, Isabel Rodríguez, en su mitin de cada martes con alguna que otra sanción a cuestas, se hace en un marco que presumía cualquier cosa menos el éxito, se cita a las 10:00 de la mañana y a las 11:00, el susodicho había convocado una reunión de su ejecutiva en Ferraz. Claro que para decir NO incluso fue larga. Pero ya tenían preparada la respuesta. Así, la “portacoz” del PSOE –esta vez no reprimo el tratamiento–, Pilar Alegría, decía casi antes de terminar el encuentro que «La Comisión Ejecutiva Federal ha adoptado una decisión y es que el Partido Socialista no va a apoyar la investidura del señor Feijoo del próximo 26 y 27 de septiembre, añadiendo en su peculiar estilo insultante que “Feijoo Busca salvar su pellejo». Y también estaba hecha la frase comercial a propagar por el aparato, con un “ingenioso” juego de palabras, nada improvisado: “Feijoo ha pasado de querer derogar el sanchismo a rogar al sanchismo«. Y qué “coincidencia”, su apoyo en la legislatura anterior y pretendido para la próxima, si se diera el caso, Gabriel Rufián (ERC), repetía la muletilla cambiando la segunda parte por “…suplicar al sanchismo”. Dios los cría y el diablo los junta. Y, en el mismo tono faltón, el impresentable portavoz de Podemos, Pablo Fernández, posteaba en esa plataforma que sustituyó a la del pajarito azul –que sigue siendo la misma y, lo que es peor, lo mismo–, que “El espectáculo que está dando Feijoo, arrastrándose cual babosa para intentar gobernar, algo que no va a suceder, es dantesco y patético”.

Pero no es exclusivo de estos últimos personajes citados más arriba, caracterizados por su acreditada mediocridad, sino que también una de las supuestamente “buenas” –intelectual y profesionalmente hablando–, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se explayaba a su gusto en una entrevista que le realizaba en COPE uno de los pocos periodistas que se salvan del periodismo de consigna, Sergio Barbosa, que recomiendo escuchar desde el minuto 8. Preguntada sobre la tan repetida reunión de su jefe con Feijoo, sacó torticeramente a colación el Artículo 68 de la Constitución, que en su punto 4 dice que El Congreso es elegido por cuatro años…”, para decir que “eso no les dijeron a los votantes del Partido Popular, de (sic) que querían una legislatura sólo de dos años. Por tanto ¿qué impresión tiene uno?, que el señor Feijoo quiere ser presidente del gobierno a cualquier precio o a cualquier costa, e incluso, con la duración que sea, con tal de decir soy presidente del gobierno. Y ahí no estuvo fino el periodista, porque se lo puso, como se suele decir, “a huevo”, para responderle “o sea, como su jefe con lo de los separatistas de uno y otro lado, los indultos, la eliminación del delito de sedición, la modificación de la malversación…”.  Sí se atrevió a decirle casi susurrando que “Dos años aprisa y corriendo, queda claro que no, pero cuatro años con Puigdemont, Esquerra… ¿eso pinta mejor o le inquieta a usted…?”, a lo que la entrevistada respondió crecida que “Es que los juicios de valor sobre Puigdemont, Esquerra… bueno, vamos a ver qué pasa… vamos a ver qué pasa (repitió). Yo no sé, tampoco…, a lo mejor… el señor Feijoo, que ofrece esos pactos de Estado, pues a lo mejor puede apoyar al partido socialista en las cuestiones que sean de Estado”. Lo que decía antes, el error de Feijoo fue no ofrecerle el gobierno al señor de La Mareta y Las Marismillas. Aunque lo peor fue antes, cuando le preguntó sobre el asunto de la amnistía que ella parecía admitir. Ahí sacó el ramalazo para decir No he hablado nunca de amnistía, yo lo que he dicho es que se están haciendo unos estudios y unas consideraciones teóricas sobre distintas figuras penales, en este caso, la amnistía. Para, después de un largo circunloquio y ganar tiempo para pensar, decir que Y yo lo que digo es que la Constitución, nuestra Constitución es un texto que permite unas interpretaciones acordes a la realidad social. Sólo le faltó decir que “ya vendrá el que se mancha la toga con el polvo del camino, el amigo Cándido Conde Pumpido, para esa interpretación de la realidad social”. Pero sí dejó esto: El TC, que está formado por magníficos juristas, lo que verá es un texto concreto, con una articulación concreta, no con grandes declaraciones de principios sino con un texto concreto, contemplando situaciones concretas y tendrá que pronunciarse sobre ese texto. No tiene desperdicio la entrevista, toda una declaración de intenciones. La primera parte es absolutamente prescindible.

Y dicho lo anterior, visto el pelaje del presimiente en funciones y la calaña de sus compañeros de viaje, que son tan malos como él y no tienen un pelo de tontos, invitaría a Núñez Feijoo a ponerse en situación de prevengan y actuar en consecuencia. Porque tras analizar con la mayor benevolencia posible lo que está pasando en este “renovado” Partido Popular, que no acaba de definir unas líneas de actuación claras y convincentes para la totalidad de esa supuesta derecha conservadora y liberal española, sólo llego a la conclusión de que su líder es víctima de un conocido refrán español: “Los árboles no le dejan ver el bosque”. Y es que con personajes como el repescado para la política nacional, Esteban González Pons, que se luce en Onda Cero diciendo que «Vamos a hablar con todos los grupos parlamentarios, sin incluir BILDU. Junts es un grupo parlamentario que, al igual que Esquerra, más allá de las acciones que cuatro personas, cinco, diez, las que fueran, llevaran a cabo, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda. Por lo tanto, vamos a hablar con todos menos con aquellos que no han condenado el terrorismo». Y qué decir de otro repescado, en este caso del sector privado, después de contribuir directamente a la casi extinción del PP en Vascongadas. Me refiero, como habrán adivinado algunos a Borja Sémper, casi once años presidente de los populares vascos, que se descolgaba en El Mundo con esto: «Es un poco fraude que los partidos chalaneemos con diputados y otorguemos escaños para que puedan conformar grupos políticos» y lo dice en primera persona del plural, o sea, incluyéndose en el chalaneo. Podría incluir en el ramillete de “genios” de la política popular al repetitivo portavoz en el Senado, Javier Maroto, en política desde su más tierna juventud, perdedor de la alcaldía de Vitoria y, paradójicamente, senador por Castilla y León, no por su tierra, donde, como le sucedía al presidente de VOX, Santiago Abascal, lo conocen bien y no lo votan ni los próximos. También podría incluir a la portavoz en el Congreso, creo que va a seguir en el cargo, –Mª ConcepciónCuca Gamarra, perdedora igualmente de la Alcaldía de Logroño, aunque en su caso la mantuvo dos legislaturas. Y no sigo con otros menos conocidos miembros de la ejecutiva y ocupantes de escaños. Como digo en el título, “Don Alberto, suelte lastre, levante el globo, y mire con perspectiva”, sin que esos “troncos” con copa le tapen el bosque. España lo merece.

Creo que su llegada despertó cierta ilusión, no exenta de recelo, en la desnortada “familia” popular –militancia y votantes (muchos de estos, como yo, más como mal menor que por convencimiento)–, después de la inconcebible refriega interna que ocasionó la actuación penosa del tándem del caramelo y la aceituna, por no citar nombres, en la mente de todos. De no haber sido por la extraordinaria fuerza de la presidente de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y de la favorable evolución de su colega andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, el peregrinar de esta formación habría sido largo y duro, porque faltan verdaderos líderes y, en algunos de los que, por sus puestos, ejercen como tales, fuerza, claridad y unidad de mensaje y actuación. Seguramente no estaríamos así, si la gestora socialista presidida por Javier Fernández no se hubiera limitado a sacar de la ejecutiva al manipulador de urnas, en lugar de echarlo del partido, y si, Mariano Rajoy, con viento a favor y un PSOE hundido, además de cumplir su programa, que no lo hizo, se hubiera decidido a una tercera llamada electoral, como alguno le pedimos . Pero eso ya es pasado y no conduce a nada llorar por la leche derramada en lugar de aprender de los errores.

Que Dios y el Apóstol Santiago le iluminen para acertar con la tecla en sus negociaciones o que, de lo contrario, no se arrastre por el fango la Constitución para complacer a los enemigos de España y vayamos, otra vez como mal menor, a unas nuevas elecciones, que no aseguran nada, pero alimentan esa esperanza que no salió de la Caja de Pandora, que ya nos ha regalado bastantes desgracias.

 

Antonio de la Torre

Aficionado a la política, decepcionado con mi corta experiencia en ese mundo, y preocupado con la situación de "España, S. A.". Modesto tertuliano y articulista de opinión. Comparto inquietudes y propuestas, tratando de ayudar a crear opinión para mejorar el pervertido sistema político que nos ningunea.

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