¡MUY BUENOS DÍAS!
La mañana de este jueves, La Paseata abre sus ventanas con la participación de un lector. Para ello, hoy cuento con la colaboración de Ascensión.
Hemos escogido una obra de pintura en la que al observarla, transmite una belleza y pureza que atraviesa los sentidos.
Vladimir Volegov. Chabarovs (Rusia) 1957. Escuela de Arte de Krivoj Roj. Instituto poligráfico de Lvov, antigua Unión Soviética. Una vida dedicada al arte, decoración de carteles publicitarios, portadas de CD, editoriales. En 1990 viajó por toda Europa, ganando dinero realizando retratos en las calles. Pintor figurativo, ilustrador.

«Llama escarlata de la sensualidad» Por Ascensión
No lleva joyas, no las necesita para resaltar su espectacular belleza.
Su cabello recogido, refleja los últimos rayos de sol del atardecer, que se mezclan con la luz de las farolas del jardín que comienzan a lucir.
Su cuerpo y su mente denotan la ausencia; van al unísono con la tristeza y la melancolía de una despedida que distrae al recoger con delicadeza los dobles de su vestido.
Sus pensamientos descansan en sus senos, tal vez se esté
preguntando: ¿Cuándo volverá?
¡Quizás mañana!
Volegov plasma en la pintura su admiración y la sensualidad femenina de una forma maravillosa.
Es la magia que el artista hace realidad.
«Llama escarlata de la sensualidad» Por Mila Soyyo
Inusitado fin, tan grande la entereza
al recordarte a ti, con escarlata, el color de la grandeza
y surgen las palabras, estas son sin espera
salvo cuando gritan tu nombre, mi amor
que se queda perdido entre las cuerdas.
Percibo aquellas manos que acariciaron mi tez
sentidos esparcidos por debajo de mi piel
fue todo tan bello que no lo quiero perder.
Y me destroza, se destroza el alma
como niña que se rompe en sollozos y no es el agua
es la niña de mis ojos, si no vienes y te marchas.
Y te busco, entre ventanales bruscos
son trocitos de madera, decadencia de una espera
detrimento de los años arrastrados cuan marea.
Aquí pongo el fin, aunque podrían contarse tantas cosas.
***
Ahora, quiero darte las gracias a ti, Ascensión, por tu magnífica colaboración. También a ti, Manuel Artero, por la oportunidad que me das de poder hacer que esto suceda y a vosotros, queridos lectores de La Paseata os deseamos que tengáis un maravilloso jueves. Consejo: No critiques con malicia, hazlo con buena intención. La diferencia se halla en el crecimiento personal del criticado o en que quien tiene el problema es el criticador.
MMB