
«No hubo visita de Sánchez al Rey y el documento es del 2.020. En la guerra las verdades son las primeras en morir en el frente de batalla»
En la guerra de la desinformación y la propaganda que los españoles sufrimos en la actualidad a través de las redes sociales, y la mayoría de los medios de comunicación alimentados por la última inyección de veinticinco millones de euros para publicidad institucional decretado por el gobierno en funciones, los españoles leímos ayer que el presidente en funciones, el doctor cum fraude visitó la Zarzuela la semana pasada con la proposición de Ley de Amnistía que se muestra en la ilustración. Y no es cierta ni una cosa ni otra.
No hubo visita de Sánchez al Rey y el documento es del 2.020. La Paseata ha podido saber que «La proposición de Ley Orgánica de Amnistía y de resolución del conflicto político entre Catalunya y el Estado Español» llegó al Congreso de los Diputados en el 2.020 cuando los españoles estábamos encerrados en nuestra casa y el Gobierno de España había cerrado inconstitucionalmente el Parlamento Español justificándose con la pandemia del virus del Covid. Y allí, en uno de sus cajones «de los pasos perdidos» quedó hasta ayer cuando alguna mente preclara decidió utilizarlo y así, agitar más el avispero que vivimos estos días.
Lo curioso además de interesante, y paradigmático, es que el documento, que tras su lectura produce náuseas a cualquier español decente tiene, en su origen informático, el apellido punto cat que tantísimo dinero público costó en su día y que es el utilizado cotidianamente por los ahora oficialmente denominados como demócratas y adalides de la libertad pero que, en la realidad televisada al mundo entero, demostraron con sus hechos enjuiciados por el Supremo delinquir contra el Estado como golpistas catalanes y estar liderados por el prófugo Puigdemont, en la actualidad un candidato más del nuevo Frente Popular que quiere gobernar España gracias a la amnistía que diseña Pedro Sánchez en contra de las libertades y la esencial constitucional, además de democrática, igualdad de los españoles. Tal y como demuestra el documento golpista recuperado para nuestra historia reciente.
Ya lo saben queridos lectores en la guerra, en cualquiera, las verdades desaparecen porque son las primeras en morir en el frente de batalla.