¡Que yo respeto! es La indigna frase pronunciada en el Congreso que perseguirá para siempre a un indigno presidente del Gobierno de España.
La indigna frase que le perseguirá para siempre. Por Rafael Gómez de Marcos

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¡Que yo respeto! es La indigna frase pronunciada en el Congreso que perseguirá para siempre a un indigno presidente del Gobierno de España.
Los “iluminados” del separatismo andaluz, a los que, al contrario de Cataluña y País Vasco, apenas nadie siguió, alegaban que la supuesta raza árabe de los andaluces había creado un idílico paraíso andalusí
El hecho es que los españoles nos encontramos en los amenes de un ciclo político con el actual gobierno fijo discontinuo.
Los separatas en Cataluña no aprendieron la lección tras su golpe de estado. Normal, Sánchez los indultó y exoneró de responsabilidad económica.
(Tomen nota los funcionarios que sirven a este megalómano). De penitencia, la ex directora del CNI se le aparece en sueños todas las noches.
En el país de los cortafuegos, y el incendio viene y se mantiene desde tiempo atrás, cualquier cabeza puede rodar si eso conlleva la permanencia en el poder.
Tras indultos y un montón de dinero, Sánchez entregará la cabeza de la jefa del CNI. La Bego gusta de dormir en palacio.
El caso Pegasus y los nacionalistas-independentistas-golpistas catalanes, que no dan puntada sin hilo por la causa secesionista.
Gracias Feijóo pero ya llevamos demasiados años de coqueteos con los catetos pueblerinos de los pesebres regionales.
Lo peor de tener un CNI es que como no tengas las treinta mil novecientas puertas para espiar eres uno de los pordioseros del espionaje.
El cuento de hadas de la izquierda. En la realidad no se soportan entre ellos y son de malas artes, piolet y escisión.
Cada día el presidente demuestra su vinculación con fuerzas ocultas y los españoles de bien no pueden permitir esa canallada.
La pretensión más pintoresca del separatismo es que, en sus respectivos territorios, se realice la inmersión lingüística de los escolares.
No podemos estar una hora más con su sanchidad en La Moncloa. Mortadelo y Filemón era un buen cómic, este es un mal Presidente del Gobierno.