El dictador ni siquiera ha respetado la ceremonia principal de su propia investidura, la que se celebró hace ya unos días en el cubil del forajido Pigdemont.
Crónicas de suciedad. Por Antonio E.

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El dictador ni siquiera ha respetado la ceremonia principal de su propia investidura, la que se celebró hace ya unos días en el cubil del forajido Pigdemont.