En la vida española, una virtud muy apreciada es la querencia por la igualdad que no debe confundirse con la igualación.
Virtudes y defectos de los españoles. Por Amando de Miguel

www.lapaseata.net
En la vida española, una virtud muy apreciada es la querencia por la igualdad que no debe confundirse con la igualación.
Gobierno y sindicatos lo tienen claro: la culpa de todo es de los empresarios. Para los zurdos el único empleo decente es el público.
Amenazar es gratis por lo que presentar bronca queda hasta bien. Y a Pedrete le quedan dos telediarios si Dios y el capital quieren.
Le gustan las fotos más que a un tonto una tiza. Todos los días se disfraza para tal fin. El fular hortera es su seña de identidad.
La política española se ha convertido en una vulgar y rastrera partida de naipes, en la que las cartas las reparte un tramposo.
El Gobierno actual ha echado mano, sibilinamente, de la idea de los privilegiados impotentes para mandar sin conflictos o interferencias.
– Además: ¿desde cuando nosotros nos fiamos de un pavo que lleva fulares cabareteros en primavera-verano y palestinos en otoño-invierno?
¡Qué contentos chapotean en el erario sindicatos y organizaciones empresariales! – ¡Subvención, dulce subvención!
Los trabajos que solo requieran preparación de peón empezarán los primeros a ser sustituidos por los robots, esos seres metálicos o de plástico.
Los hábitos que cultivan las tribus españolas son retóricos, cómicos, declamadores, gesticuladores, simuladores, mendaces.
Fracaso en la movilización de los sindicatos del gobierno en el Día del Trabajo. Están sorprendidos del escaso gancho de sus pancartas.
Los cuentos de las cuentas del paro de marzo. ¡Ay! los agentes sociales… y Garamendi: silbando… que Dios nos pille confesados…
Los Convocantes de la Huelga de Transportes seguirán con los paros, a los que se suman todos los que no pueden vivir de su trabajo.
La Bien Pagá no ve con buenos ojos a los no son adeptos al Régimen #HuelgaTransporte!. ¡La Bien Pagá!: Por Dios, qué gran verdad.