El reportaje informativo I. El «arte del encuentro» en el rodaje

maltrato

 

 

En imagen, un equipo de televisión entrevista a la hermana y el padre de Josefa Díaz, fallecida a consecuencia de los disparos de escopeta que, a bocajarro, le ha efectuado su marido. Estamos en un patio interior de una casa baja en la localidad de Almendralejo, durante los primeros días de Enero de 1998. Tanto la hermana como el padre han querido dar su testimonio para el programa “Informe Semanal” porque quieren evidenciar el problema que supone la lentitud de la Justicia: Después de varios años de denuncias, Josefa acababa de conseguir una sentencia firme de separación matrimonial, que se concretaba en la salida inmediata y definitiva del marido-asesino del hasta entonces domicilio conyugal. Para los familiares de la víctima, fue precisamente la orden judicial que el maltratador no maltrato2estaba dispuesto a acatar y que recibió en un bar, el detonante del crimen: Josefa Díaz se convirtió en la víctima numero 61 de los malos tratos en España durante 1997.

 

 

 En un momento de la conversación,  cuando está hablando la hermana de la víctima sobre los maltratos continuados que sufría Josefa, el golpe fuerte de un portazo y los chillidos desgarrados de una joven interrumpen la grabación de la entrevista. Se trata de la hija mayor de la fallecida que, al entrar en casa, sufre un ataque de nerviosismo al ver la aparatosidad  y el tinglado de enchufes y focos de la televisión  dentro de su hogar,  y  sobre todo, intuir la posibilidad del morbo y el amarillismo en que unos “desalmados de la televisión” maltrato3pueden convertir su historia y drama particular. En aquella ocasión el reportero gráfico de televisión, Manuel Ovalle con buen olfato “periodístico” pero sobre todo en sintonía con el realizador José Manuel Falcet, en vez de apagar su cámara, realizó un movimiento lento hacia el lugar de donde provenía el jaleo. La cámara captó como unos pies se introducían en una habitación, alguien daba un portazo y a continuación la imagen fija de una puerta cerrada se llenaba con sollozos y lamentos. El comienzo de la narración en “Off” explicaba las imágenes a la vez que entraba en materia:

 

 

1.- OFF.  El llanto, la rabia y la impotencia invaden cada uno de los rincones  del hogar de la última víctima de los malos tratos a mujeres en España.

Así, con este momento grabado comenzaba un  reportaje, titulado “Maridos Violentos” que el programa Informe Semanal de los Servicios Informativos de Televisión Española, emitió en la primera semana de Enero de 1998. Un comienzo de la historia discutible, como todo, pero un principio, que de todas maneras aún hoy, defiendo profesionalmente por lo arriesgado y veraz que resulta, y sobre todo por la atracción que ejerce en el espectador en forma de llamada de atención, que es una de las funciones que tiene que cumplir cualquier principio de  historia.  Pero la posibilidad de introducir la secuencia  descrita al inicio del reportaje se decidió aparte de en el “visionado”, en su mera ejecución de rodaje. Es decir, ante la situación generada por los chillidos de la hija solo hay tres opciones  posibles: La primera es apagar el motor de la cámara y perder por tanto cualquier posibilidad de desarrollo posterior. La segunda es desenganchar la cámara  del trípode y correr detrás de la acción, con lo cual, lo único que se consigue es intentar atrapar las sensaciones como los depredadores corren detrás de la presa cuando más que ganas de comer lo que tienen es ganas de matar. Y la tercera opción es la que generó el equipo de Informe Semanal desplazado a Almendralejo, la ciudad extremeña donde se desarrolló la acción: Con ella, la imagen muestra perfectamente que una entrevista se ha cortado por una acción ajena y se sugiere cual es esa acción y sobre todo cual es la voluntad que la mueve.  Uno de los axiomas populares del oficio de rodar para la televisión que puede aclarar mis palabras,  dice lo siguiente: “una vez acabado el rodaje, la historia está en el material. Todo lo que el guionista  sabe pero no ha quedado reflejado en el material rodado es como si no existiera, no formará parte de la historia”.

 

  ¿Pero cual es el secreto de rodar bien? Me preguntarán. Aparte de las correspondientes y necesarias dosis de oficio y sentido común, la ventaja de Informe es muy sencilla y concreta. El equipo de rodaje clasíco que todavía hoy mantiene la cadena pública BBC y que por imperativos de la patronal, además de los avances tecnlógicos   está llamado a desaparecer, se compone por cuatro personas: El reportero, un realizador, el cámara y el sonidista. Una vieja fórmula que funciona aunque es cara. La cuenta de la vieja marca sus consabidas leyes: dos ojos ven mas que uno y cuatro más que dos.

Y cuando los cuatro profesionales se conocen, el rodaje se convierte en el arte del encuentro. Me explico con una metáfora. De la lista de la compra que significa la documentación y la escaleta de intenciones con la que el reportero en la cabeza sale a rodar, el rodaje es la compra propiamente dicha. Y como los grandes cocineros afirman lo mejor para cocinar un buen plato es encontrar buenas materias primas. Por ello los equipos de rodaje profesionales salen siempre de la redacción con la intención básica de encontrar una buena merluza o un buen solomillo, es decir alguna entrevista de peso o información relevante que puedan significar si no una exclusiva una buena primicia informativa. Todos podemos intuir que con un elemento de esas características, es difícil fallar en la cocina y pifiarla en la presentación de la mesa a no ser que la merluza se nos queme o estropeemos el solomillo con la salsa y con un inaguantable exceso de guarnición.

 

Pero lo normal es que durante el rodaje no consigamos pescar un producto de primerísima calidad y por ello, al asumir la cruda realidad, nos debamos contentar con unas frescas sardinillas, por ejemplo, y ahí, a la hora de cocinar, entra la importancia de los siguientes apartados: el visionado y la estructura de la historia.

 

Pero antes deben ustedes conocer también que, una vez que ya se tiene en la cabeza el enfoque de la historia que se va a contar,  encontrar la imagen adecuada no es tarea fácil. Y es que las secuencias de imagen pueden estar claras en la mayoría de las ocasiones, pero otras no. En  el montaje, verdadero corazón de las tinieblas de este oficio, por lo que tiene de duro, de negra mina, pero también de creativo y de concepto “milagro de Lourdes”, muchas veces se critica con buen oficio lo que los profesionales denominamos el “patata-patata”: Pero lo que todos sabemos, en el montaje, en el rodaje o cuando escribimos el guión,  es que no se puede hablar de patatas y mostrar unas zanahorias, por lo que en numerosas ocasiones es necesario machacarse la cabeza cuando faltan las imágenes o simplemente hay una aparente carencias de ellas.

 

El sábado 21 de septiembre del 2.002 Informe Semanal emitió un reportaje muy peculiar, por la original idea de la que partió y la arriesgada concepción con que se trabajó la historia, toda ella, de cosecha propia.

 

Es decir,  con la percha informativa del inicio de curso 2.002 – 2.003, Informe Semanal inventa una historia de verdad sin tener que recurrir a las informaciones o la ideas de ningún otro medio informativo, con lo que, como se dice en el argot profesional, genera información.

 

La idea de partida era el poder reflejar la búsqueda de una nueva vida a través del viaje-mudanza de una joven familia numerosa en un país donde no debemos olvidar, no llevamos demasiado cifrado en los genes la facilidad para cambiar de raíces , como sí ocurre en otras sociedades. La familia protagonista vivía en la manchega localidad de Santa Cruz de Mudela  y debía llegar, antes de que empezara el curso escolar,  hasta un pequeño pueblo del Pirineo leridense que se llama Tirvia, donde el alcalde para no tener que cerrar su escuela rural que se había quedado sin niños, había realizado una especie de concurso oposición para familias numerosas que quisieran vivir en la localidad. Nuestros protagonistas Francisco José Medina y  María del Mar Galán aportaron al pueblo 5 hijos de edades comprendidas entre los 12 y un año. En la secuencia final, la de la primera noche en el nuevo hogar, quisimos reflejar la soledad de la familia en  su nuevo piso, y de paso, sus incertidumbres y anhelos. Los bultos de la mudanza arrinconados en una de las habitaciones donde dormían dos de los cinco hijos era una imagen obligada pero faltaba algo más. Y la “lucecita” se iluminó cuando Juan José Pardo ,el sonidista de Televisión española vio que las sombras que reflejaban las bombillas en las paredes blancas simbolizaban perfectamente ese concepto o sentimiento que se pretendía rodar.

Manuel Artero Rueda

Manuel Artero Rueda ha dedicado toda su vida profesional a la televisión en la empresa pública RTVE donde, en los últimos veinte años, y después de haber trabajado como ayudante de producción y realización. ha realizado su oficio de periodista como reportero en el programa Informe Semanal, para el que ha realizado mas de trescientos reportajes. Licenciado por la Universidad Complutense, es autor del libro "El reportaje para televisión un guiño a la noticia" , un práctico temario con el que ha impartido clases tanto en el Instituto Oficial de RTVE como en el máster de periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos. Desde el ERE inventado por Zapatero para TVE, dedica su esfuerzo y trabajo esta "La Paseata" un sencillo blog personal que con el paso de los últimos años, se ha convertido en una modesta revista electrónica en la que colaboran un grupo de amigos a los que une el amor a España.

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1 comentario

  1. Tío, de mayor quiero ser como tú…

    Y tu libro mola.

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