Parece que olvidamos la historia de los acontecimientos y nos molesta visitar la hemeroteca. El «sprint» final que está corriendo el secesionista Arturo Mas forma parte de una carrera de fondo en la que Jordi Pujol cogió el testigo en nuestra actual democracia y comenzaron a ganar con la aprobación de la Ley de Educación en Cataluña que impone el catalán, margina al castellano y se basa en el adoctrinamiento de los escolares.
Por ello me extrañan los exabruptos con que han replicado desde Barcelona a las palabras del ministro Wert sobre la íntima relación existente entre sentimiento independentista y educación.
Me producen vergüenza ajena esa legión de profesores y estudiantes que paran el calendario escolar y aprovechan todas las manifestaciones para calzarse la camiseta verde con lemas tan apropiados como la defensa de la enseñanza pública y calidad educativa y ni siquiera se han pronunciado sobre el incumplimiento de la Ley que realizan los políticos catalanes, mallorquines, vascos, gallegos y hasta valencianos en relación con la enseñanza del castellano. Profesionales en definitiva que aceptaron sin rechistar la LOGSE y ahora consienten que haya 17 libros de historia diferentes.
Y me produce urticaria que sea el Partido Popular el que en materia educativa en Mallorca se alíe con los independentistas y se comporte de igual manera que los socialistas gallegos en coalición con los comunistas separatistas, e incluso mire hacia otro lado con la fascista política educativa de BILDU como acaba de declarar Gorka Maneiro de UPyD.
Todo esto ocurre por no haberles puesto en su sitio hace mucho tiempo.Pero claro, los pactos son los pactos.A ver si ahora Don Mariano respalda al Ministro y por fin se hace algo.