Hace unos días el ERE de periodistas de el periódico El País conmocionó a la profesión. En la lista de «despedidos por Cebrián» figuran muchos nombres que han dignificado el viejo oficio del periodismo durante muchos años y en el arriesgado envite del día a día. Y ahí enfiló el periódico de la transición la cuesta abajo al infierno de los periodistas.
Durante los dos últimos días como recoge el medio digital PR Prensa en Twiter, su cabecera intocable es motivo de burla , mientras sus dos últimas portadas engarzan directamente con la peor de las subjetividades de la prensa amarilla. Ayer engañaba sobre el terrorismo de Hamas y hoy engaña, igual de torpemente, sobre la lucha de las Fiscalías a la que también ha llevado el mesianismo de Artur Mas, el fogonero experto en quemar las naves de todos.
Parece que en El País, sus nuevos responsables son alumnos «aventajados» de la LOGSE y aparte de apostar como sus colegas de La Vanguardia por CIU en la lucha electoral, no saben diferenciar entre Fiscalía del estado y la Fiscalía de Cataluña. Que pena.