El escándalo político del Ayuntamiento de Ponferrada nos revela a las claras, explícitamente, la baja estofa de la casta y que, y cuánto, significa el poder, en este caso municipal. Pero de manera implícita nos hacer recordar a todos el terrible caso Nevenka.
El alcalde despojado de la vara el popular López Riesco aprovechó el último minuto de su mandato para adjudicar in extremis, con la moción de censura en marcha, “la mejora, mantenimiento y conservación de jardines, espacios verdes y arbolado viario” por un costo de dos y medio millones de euros a un empresario imputado en el caso Gurtel.
Mientras, al PSOE se le ha visto con descaro el «plumero» además de que el Ayuntamiento de Ponferrada se ha convertido en una vuelta de tuerca mas en su precipitada crisis de identidad. Ahora resulta que a Oscar López le cegó el bien progresista que para el número tres del PSOE consiste, con dos palitos de desfachatez, en echar de la política a Ismael Álvarez condenado judicialmente por acoso sexual. Y para el nuevo alcalde, Samuel Folgueral, lo que de verdad importa es el pueblo y por ello abandona el PSOE.
Pero lo curioso es que este nuevo alcalde anda diciendo por las televisiones que morirá socialista y bueno de corazón, progresista y feminista, y que además de en su pueblo, ha aceptado la vara de mando pensando en la bondad del pacto con el acosador porque este deja la política. Es decir, que coincide sentimentalmente con la misma excusa del todavía socialista López.
La lucha por el poder, y el talonario del dinero público, descarnada en un ramillete de nombres que no dudan, para intentar salvarse, en recordar el caso Nevenka Fernández, la mujer que después de acosada tuvo que abandonar España para rehacer su vida, y eso a pesar de que la Justicia le dio la razón.
Conozco hoy, que desde su particular exilio sentimental esta mujer afirma que el escándalo le aflora la frustración. Y no me extraña nada porque las andanzas de los políticos han vuelto a situar a Nevenka en el ojo del huracán, además de que seguro, conoce muy bien a casi todos los protagonistas de la miseria política ponferradina y esa espiral política de las ambiciones que debería cerrarse con ella de alcaldesa y todos los demás mirando al suelo, con cara compungida y de vergüenza ajena.
[…] equipararse en deméritos, negligencias y miserias. ¿Cómo mantener a quienes han convertido el caso Nevenka, que es la historia de acoso sexual en el seno del PP, en un monumento a la estulticia y al […]