Dicta la sentencia popular que es difícil hacer justicia al que te ha ofendido con nocturnidad y alevosía. Y con el refrán me acuerdo de mis primos ladrones a los que nunca mas dirigiré la palabra. Pero en esta España de hoy, aparte de los asuntos de familia, resulta que hasta los hombres de estado, que son los diputados, porque cobran de todos y representan políticamente a los españoles, se permiten la ofensa y la ilegalidad a plena luz del día. Con mis primos sinvergüenzas que han robado y destrozado mi patrimonio me queda la posibilidad de acudir a la Justicia y pleitear por derecho ante su infamia y latronicio. Pero ante esos otros ¿qué queda?, si el gobierno permite su impostura. Así no vamos mas que al abismo.
La puesta en escena hoy de Tardá en el Congreso de los Diputados es un clásico de la representación teatral y social que en Madrid siempre hemos definido como «subírsele el moco». Una expresión cañí que significa hacerse el chulito y violentar para imponer tu ley de gallito de corral, a la que la respuesta popular, adjudicó otra frase recogida en el diccionario del argot desde la década de los setenta: «Tu no tienes ni media hostia».
Como comprenderá el amable lector, al diálogo metafórico, en la capital de la España franquista, de la lucha de las bandas juveniles por el poder de las calles y los barrios, le sucedían unos hechos a base de puñetazos para resolver las posturas enfrentadas por la pasión de la chulería del mas fuerte. La ley de la calle en estado puro, sin ley, a la que algunos catalanes se suman ahora desde esa Convergencia ideada por Jordi Pujol, y enseñoreada en la actualidad de la crisis por la democrática decisión de las urnas. desde que el tripartito liderado por el socialista Montilla dejó a los vecinos sin un chavo en las arcas y una espuma ideológica transgénica imposible de digerir.
El caso es que el independentista catalán ha desafiado al Parlamento español para expresar su rechazo a la decisión del Tribunal Superior de Justicia Catalán respecto a la educación en español y el bilingüísmo que la consejera de educación del gobierno autonómico catalán, la sin educación por mal educada Irene Rigau, ya ha anunciado, por cierto, que no va a acatar. Y el portavoz republicano Alfredo Bosch le ha secundado.
El presidente del Parlamento Jesús Posada ha echado de la tribuna parlamentaria tanto al macarra republicano Tardá como a su sosias Bosch y la sesión ha continuado como si nada. Pero en esencia vemos como, cada día, todos debemos asumir que muchos representantes políticos incumplen la Ley y no les pasa nada. Hombres de estado que trabajan contra el estado las veinticuatro horas del día.Y a eso no hay derecho. Además que como decíamos en mi barrio de adolescencia para defendernos de la violencia mafiosa: !Vamos que no tienen » ni media hostia»!.