En mi centro ambulatorio de la Seguridad Social, en clara lucha política contra el «fascismo que representa el Partido Popular» hay asignados nueve médicos. Desde hace un año el local médico se ha convertido por la exuberancia propagandística de sus paredes, puertas, cristales y recovecos varios, en un exagerado muestrario de las reivindicaciones de clase de lo sindicatos en contra de la privatización de la medicina pública. Un portento de la movilización de eso que los medios de comunicación denominan como «marea blanca».
El caso es que en realidad de los nueve médicos que pasan consultan, los vecinos pacientes no podemos contar contar con tres de ellos. Uno es un veterano que todas las mañanas aprovecha su condición de funcionario para cuidar su figura atlética y arrampla mas de tres horas diarias de su trabajo en el «runing» diario. Da gusto ver lo bien que luce cuando entra dispuesto a trabajar. Otra de las facultativas es liderada de CCOO, y su horario laboral lo utiliza como le faculta nuestra constitución para dedicarse a la lucha política y no a salvar vidas, y el tercero, pobreto, lleva mas de dos años de baja por una depresión de caballo como consecuencia de la injusticia social.
En definitiva, un porcentaje del 30 por ciento de los facultativos de mi Centro de Salud no desempeñan su oficio, pero los demás, el resto de los trabajadores, ímprobos e ímprobas funcionarios y funcionarios, que se dejan la piel en su trabajo, les cubren por un yo no se qué: Aquí entran las deudas de honor, el corporativismo, la solidaridad obrera y otro montón mas de factores que suman en ese todo que Andre Malraux definió como la condición humana.
Y es que no es broma: La Sanidad Pública para todos está en el mismo y peligroso juego de ese déficit económico y ético en el que España lidera la incongruencia política y social. Las listas de espera siguen eternas y las tardes desocupadas para el doctor que se escaquea, para el liberado sindical y ese otro montón de complacencias laborales.
¿A dónde vamos?
No me gusta el comentario. La sanidad pública siempre ha sido mas que buena, los problemas que puede haber, hoy día, son por los recortes y malas políticas del Sr. González, que gracias a Dios ha dado marcha atrás, con el tema de la privatización. «LA SANIDAD SIEMPRE PUBLICA» Y contra el fascismo siempre tambien, la ironía dañina no hace ninguna gracia.
Ohhh!!!!! ¿fascismo? ¿ironía? ¿El dinero? ¿La verdad?
Magdalena…creo que tu como mucha gente no entendio que lo que se queria Privatizar era la GESTION!…no la sanidad…en Andalucia hay muchos hospitales con Gestion privada…No veo a Nadie Protestar…es mas facil creer mentiras que averiguar la verdad!…total como dijo la Ministro de ZP, Carmen Calvo…»el dinero publico no es de nadie»….Si ..gano la calle…habra gestion publica,..dilapidando y endeudando mas la Comunidad de Madrid….no te quejes cuando te recorten de otro lado….parece mentira como os gusta que os engañen!!!