
«El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico»
(Charles Dickens)
¿Acaso no hemos sentido esa vibración una vez, al menos una vez cuando alguien o algo nos emociona?. Confieso que yo con mucha frecuencia. Un poema, una sinfonía, un paisaje nevado, el mar bravío, un actor interpretando un personaje, la lluvia en Otoño, el beso de dos enamorados… Y tantas y tantas sensaciones que conmueven nuestro corazón casi a diario…
Corren tiempos revueltos en nuestra tierra, hay una gran incertidumbre… el futuro es cuanto menos preocupante.Por eso he recordado hoy a Dickens.
«Historia de dos ciudades» tiene probablemente uno de los comienzos más representativos de su vasta obra, y también es uno de los comienzos de novela más recordados de la literatura universal. Sirva como reflexión con mi deseo de un gran fin de semana para todos.
«Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, solo es aceptable la comparación en grado superlativo»