
La actriz norteamericana, Susan Sarandon, ha dicho que ella no votará con la vagina en las elecciones USA, supongo que para ilustrar que el hecho de ser mujer no tiene necesariamente que inclinarla a votar a Hillary Clinton. Puede que tenga razón ya que esa parte de la anatomía no debería dirigir nuestras acciones en ningún caso pero, ¿Está segura de que sus conciudadanos del otro sexo votan, únicamente, con el cerebro?
Recuerdo que a pocos días de las primeras elecciones que ganó Obama viajé a EEUU. A mi lado viajaba una americana de unos 50/55 años. Le pregunté si creía que iba a ganar Clinton (por su aspecto asumí que podía ser votante de Clinton) me dijo que no. Sorprendida la pregunté si realmente creía que los estadounidenses aceptarían a un afroamericano por presidente; después de pensarlo unos segundos me dijo muy convencida: «Es un hombre y los americanos no están listos para que una mujer sea el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.»
Es decir.
a) El rechazo si era porque era mujer.
b) La presidencia norteamericana tiene un gran componenete militar, algo que frecuentemente olvidamos en Europa.
c) La sociedad norteamericana, muy avanzada economicamente, es mucho más conservadora que la europea. (a veces creo que por suerte para ellos…)
Analizar lo que sucede no solo en otro país sino en otro continente partiendo de nuestros valores o criterios es un error si queremos entender realmente lo que sucede y porqué sucede.
Ni loca votaría a Trump que tiene más cadáveres económicos bajo la alfombra que pelos en su emnarañada cabeza pero para comprender su «éxito» en esta campaña hay que conocer la Norteamerica auténtica, su historia y su composición social, no solo Nueva York y Times Square.
Yo en cambio ni loca votaría a Hillary que tiene más actos de corrupción, secretos innombrables, soberbia y delirios de grandeza que cuernos puestos por su marido.