
«El inesperado y triste fallecimiento de Carme Chacón, ha desencadenado, ha precipitado los bochornosos acontecimientos que estamos viviendo»
IMAGINAremos que para la disputa de un Gran Premio en el PLANETA de las carreras de caballos, una “prestigiosa” cuadra presenta tres candidaturas para ganar la prueba, la segunda opción se encargaría de imponer un ritmo falso a la carrera con la finalidad de sacar del paso al resto de las candidaturas y en especial al gran favorito, la tercera opción se encargaría de estorbar disimuladamente tapando y ganando los diferentes espacios que se produzcan durante la carrera, pero inesperadamente la primera opción que ha ido bien tapada y reservada durante todo el recorrido sufre un fatal desenlace, colapsa y muere en la pista, entonces súbitamente cobra protagonismo e plan B, la liebre no tiene otra opción que aguantar el ritmo infernal hasta la línea de meta, la tercera opción sin chance por su falta de calidad para ganar el Gran Premio, tiene que hacer la carrera casi intransitable.
¿conseguirán dejar sin opción al gran favorito?. Pues bien algo similar está pasando en la política española, el inesperado y triste fallecimiento de Carme Chacón, ha desencadenado, ha precipitado los bochornosos acontecimientos que estamos viviendo estos días, muchos protagonistas subidos al viejo ÁRBOL, intentando escapar, otros intentando ganar una buena visibilidad. Comprobado está que la adrenalina sube con las apuestas.